"Acabo
de despertarme y me pasa algo extraño. Pasa que me olvidé de todo". Así empieza
Lo que no existe más, del buen Calamaro, tema que cuenta el despertar de un
tipo que ha perdido la memoria y que siente la bendición de no tener guardados
los dolores del pasado... "algo así como haber cumplido una condena, algo
así como una oportunidad". Siempre me gustó este tema del Salmón, sobre todo
por esa estúpida fascinación que he sentido por el olvido como una suerte de
liberación del individuo de su propio pasado, sus dolores, sus amores-desamores
y todo lo malo que le pasó. La única liberación posible, en realidad. Ahora que
todo -o casi todo- es dolor, he vuelto a darle vueltas en mi cabeza a este tema
del olvido, el olvido selectivo, si es posible, aunque puede que el olvido
absoluto sea el mejor.
Podría
empezar por el polvo de nepente -del griego νηπενθής que significa exento de dolor-, el mismo que
Helena (que vivía con su esposo Menelao -no como en esa peliculucha en la que
el primero que muere es Menelao-, reconciliados después del desliz con Paris y todo
eso del caballo de Troya) mandó a poner en el vino para que el podre Telémaco
olvide el dolor que le causaba no saber qué había pasado con su padre Ulises.
Busco en el internet y encuentro también que el nepente es una bebida que
utilizaban los dioses para curarse las heridas y los dolores, y que también
causaba el olvido. Qué mejor manera de calmar los dolores del alma y del
corazón que mediante el olvido.
Si eso no
funciona, podría bajar a los infiernos, al Hades y beber de las aguas del río
Leteo. Según cuenta Homero (él también contó lo anterior), el beber de sus
aguas provocaba el olvido, olvido completo. A veces creo que eso sería mejor
que nada. No me acuerdo dónde era que lo leí, en cuál de los libros de Homero,
la bajada de un tipo hasta el Hades, donde creo que encontró a su mamá y creo
que no lo reconocía porque había bebido las aguas del Leteo. Alguien también
quería beberse el río para olvidar... talvez haya sido yo.
No me había
dado cuenta del interés de los griegos (talvez sólo de Homero) en el olvido.
Ulises llegó con sus hombres a una isla donde se encontraron con los lotófagos,
los que comen loto. Los nativos de la isla ofrecieron su flor a los visitantes,
quienes se aficionaron de ella y olvidaron su patria pues, como era de
esperarse, la flor de los lotófagos causaba la pérdida de la memoria a quienes la
comían. No tengo idea cómo salió Ulises de ahí, y si salió con sus hombres. Si
se quedaron ahí, creo que lo hicieron de muy buena gana pues deben haberse
sentido siempre como unos recién llegados, sin dolores ni miedos del pasado...
al menos yo me hubiera quedado.
Dejando a
un lado a los griegos, podría mejor recurrir a un buen golpe en la cabeza, como
le pasa al pobre Cantinflas en Gran Hotel, que sufre amnesia y se cura cada vez
que le pegan para robarle algo que no me acuerdo qué era. Si por esas vamos,
podría pelear con Drederick Tatum (Ruffo Tatum para quienes vemos la serie en
español) o, lo que da lo mismo, con Mike Tyson. Antes de pelear con él, Bart le dice a Homero (ahora es Homero Simpson), le retador, que sólo tiene que preocuparse
recibir un número par de golpes en la cabeza para no perder la memoria... A mí tendría que golpearme un número impar, algún número primo, para hacerlo más divertido.
Alguna vez
incluso contacté a los buenos amigos de Lacuna Inc., con el doctor Mierzwiak y
su revolucionario sistema de borrado de memoria. Si le funcionó a Clementine
Kruczynski podría funcionarme a mí también. Tengo estos cupones de descuento
para alguna emergencia, aunque, como se puede ver, caducaron hace mucho. Talvez
si los edito en Paint les pueda cambiar la fecha para que sean aprovechables.
Desgraciadamente ya no está al aire su página web... Esperaré pacientemente a
que la renueven para que me den más información. Me acuerdo que cuando la
visité hace muchos años, hice el test para saber si era apto para un borrado de
memoria y encajé en el segundo grupo más apto. No tengo dudas de que ahora
sería el primero del primer grupo.
Talvez sólo
tenga que esperar a que llegue el futuro y, con él, la química de erosión de
memoria que vende ese pobre dealer o "agente" del Tokio ya no nos quiere
de Loriga, y que parece tan efectiva y fácil de usar. Si bien parece que a él
le arruinó un poco la vida y la cabeza, si uno la usa con precaución cumplirá
su objetivo. De entre todas las cosas que dice, podría apropiarme de una:
"Ahora
puedo olvidar la imagen de la mujer, tu imagen, cada vez que aparezca.
Y después olvidar haberlo hecho".
Si el
proceso de Lacuna Inc. funcionó con Clementine Kruczynski, probablemente encontraría
dificultades conmigo, porque, como Joel Barish, me arrepentiría a la mitad y
haría todo lo posible para detenerlo. ¿Por qué quisiera alguien olvidar lo
mejor de su vida? Si alguno de estos métodos o soluciones mitológicas
estuvieran al alcance de mi mano, no los utilizaría... primero, por cobardía,
porque suelo ser pésimo para intentar cualquier cosa; y después, porque no
quisiera no recordar que fui feliz, más feliz que cualquiera. Ya sabía yo que
esa felicidad iba a dejar tras de sí una tristeza de bomba atómica, pero no me
arrepiento de nada y no puedo evitar sonreír cuando recuerdo que el mundo
giraba por mí, giraba por nosotros.
Aunque el
tema de Calamaro me tiente con su frase "Voy a probar este vino del olvido
para embriagarme con él el resto de mi vida", no me queda más que recurrir
otra vez a Loriga antes de irme a dormir...
"he
olvidado el día de ayer, completamente, como olvidaré el de hoy y después el de
mañana.
¿Qué más he olvidado?
La he olvidado a usted, señora mía, y he olvidado el jardín y la piscina y he olvidado
todas las heridas en mis propias manos pero sintiéndolo mucho y no sabe usted
cuánto no he conseguido olvidarla a ella."
A veces quiero que me olvides, a veces quiero olvidarte. A veces prefiero que me recuerdes y casi siempre quiero recordarte. A veces me duele tanto todo y quiero que cese y otras quedarme con este dolor que es todo lo que me queda de ti. No quiero que te duela, quiero dolerte. Eres lo mejor de mi vida, ya no eres mi vida. Quiero dejarte ir como tú me dejaste a mí. Quiero, te quiero, te requiero. No me dejes. No te dejes. Ya no quiero que sufras más por mí. Sufre por mí, infeliz, como yo sufro por ti. No llores más. Ya no quiero llorar más. Te amo, te amo, te amo. Algún día vas a sonreír otra vez, ya verás. Y yo te veré y seré feliz de verte así, como siempre, como ya nunca.
ResponderBorrarGracias por el comentario y por todo lo demás. Quisiera que las cosas fueran más fáciles y así dejar de ser quien no debe ser... talvez algún día vuelva a sonreír por verte sonreír.
BorrarTú me enseñaste que tiempo al tiempo y que el tiempo todo lo cura. No olvides, después te arrepentirás. Te lo digo yo que siento que tengo olvidada la mitad de mi vida y lo lamento muchísimo. Mejor es recordar, atesorar los lindos recuerdos, los tristes también. Recordar que se ha vivido, que la vida fue intensa, que se amó, se sufrió y se gozó. Es mucho más de lo que yo -y muchos más- pueden decir. Siéntete orgulloso de todo lo que has vivido. Recuerda que eres el hombre delgado que no flaqueará jamás.
ResponderBorrarTe quiero siempre,
Consuelo
BorrarGracias por tus palabras. Intentaré recordar que no debo olvidar por todas esas buenas razones que me das. Quisiera volver a ser el hombre delgado que no flaqueará jamás... por ahora no soy más que su sombra.
Un beso.
Además, si olvidas... te olvidarás de mí. Y seré la mujer más triste del planeta. ¿Qué haría yo sin Ud. Sr. Derrelicto? :(
BorrarClaro que no te olvidaré, somos muy cercanos como para eso. Talvez si me llega un Alzheimer tempranero, cosa que francamente no quisiera. Podrías mantener informado al mundo si retomaras tu blog y lo rescataras del abandono, para que todos se enteren qué te hallas. A ver si así a ese chico cuyo nombre empieza con "E" se le ilumina la cabeza y empieza a comportarse como se debe.
BorrarSí, mi pobre blog llora mi ausencia. :( Aunque me temo que si me pusiera a escribir, no escribiría de des/amores.... escribiría ese post que tengo pendiente hace taaaanto tiempo. Escribiría de qué estoy haciendo en Chile.. cosas así. Ese chico ni lee mi blog. No le interesa lo que pienso, me temo.
BorrarAhora quisiera un método para olvidar... aunque no sé... no es que quiera olvidar... fue todo muy lindo. Quisiera no recordar por un tiempo, hasta que vuelva... jajaja
BorrarTodavía me parece increíble que un chico como él se haya fijado en mí y hayamos estado juntos algunas veces. Quién sabe qué pasará en estos 10 meses. Seguro que alguna australiana o alguna chica allá se fija en él... tiene una sonrisa demasiado linda como para pasar desapercibido.
besos! perdón por el desahogo fuera de lugar.
Si no tienes un dolor que te impida vivir, no creo que sea necesario olvidar. Más bien creo que hay muchas cosas que recordarás durante mucho tiempo con cariño... eso es lo más importante.
BorrarBesos.
Sí, seguro. :) Son muy lindos recuerdos.
BorrarAh... y te cuento otra cosa?? ese chico cuyo nombre empieza con E, volvió con su novia de antes!! Después quiero contarte algo sobre eso. Besos!
ResponderBorrarCreo que de ese sí sería mejor olvidar que lo conociste...
BorrarSí, de frentón!
BorrarNi un ansia, ni un anhelo, ni siquiera un deseo
ResponderBorrarAgitan este lago crepuscular de mi alma.
Mis labios están húmedos del agua del Letheo.
La muerte me anticipa su don mejor: la calma...