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Vos sos Dios... vos sos lo más

No importa cómo, no importa cuándo... Charly García es Charly García y sólo él es Charly García. Así esté vestido impecablemente, con los ojos pintados, revolcándose ebrio, lanzándose desde el noveno piso a la piscina, destrozando los amplificadores, demoliendo hoteles, casi inmóvil frente al piano, pateando fans o recibiendo un Grammy, tiene tanto para dar con esa genialidad que le desborda, que me obliga a preguntarme hasta dónde podrá llegar... hasta dónde la podra aguantar el mismo García.

Fui a su concierto el sábado (21 de noviembre de 2009, en el coliseo General Rumñahui de Quito). Es la tercera vez que lo veo ahí, en el escenario, repitiéndome las cosas que me ha dicho toda la vida desde sus discos. Es algo que había dado por perdido... No esperaba volver a verlo, al menos no aquí. Pensaba que talvez en algún hipotético -y poco probable- viaje a la Argentina podría verlo tocar otra vez en algún bar, en alguna disco, en una plaza... en cualquier lado...

Ahora, con la emoción cercana de haber asistido a un concierto tan brutal como el del sábado, aprovecho y ruego por un poco de inspiración para poder hablar un poquito de todas las veces que vino para acá, cuando lo vi y cuando no lo vi, cuando cantó y cuando no, cuando era muy joven y cuando ya era la máxima estrella de rock del continente. Mucho Charly García.


Y después... Say no more...


1986, La Chorrera

No puedo hablar mucho de esto porque esa vez no lo fui a ver. Debo aceptar que ni siquiera me enteré que venía -además que en ese tiempo, mi fuerte eran los boleros, los tangos y todo lo que tocara la Sonora Matancera-. He escuchado cosas de ese día, como que algún imbécil del público le lanzó un botellazo, según dicen porque sólo toco un tema de Sui Generis cuando los típicos sonzos de la radio promocionaban el evento casi como si fuera un concierto de Sui Generis... (ya sabemos lo buenos que pueden ser los botellazos contra los artistas, como el latazo de cerveza que le lanzaron a Bunbury cuando vino Héroes del Silencio. Según los asistentes, dejó enfurecido el escenario mientras la banda seguía tocando... y cuando regresó, cantó con una fuerza y una potencia que no tenía antes del lanzamiento). Pero bueno, según mis investigaciones, algunos de los temas que tocó esa noche fueron: No soy un extraño, El rap de las hormigas, Promesas sobre el bidet, Buscando un símbolo de paz, una gran versión de ¿No te sobra una moneda?, No me dejan salir, Viernes 3 a.m., Rasguña las piedras, Adela en el carrusel y Filosofía barata y zapatos de goma.


2002, Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana

El 13 de abril de 2002 quedará grabado en el recuerdo de los amantes del rock como uno de los más puros conciertos que haya habido en el Ecuador, si no el más puro. Un García 7 años más joven que ahora, con 7 años menos de drogas y alcohol y 7 años más de voz anunció su presencia en el Ecuador y los fans empezamos a contar los días y las horas para la llegada del show. Me acuerdo que fui a hacer cola con el Emo desde la una de la tarde y ya había gente. Hubo muchísima gente... ese día pudieron haberlo hecho en el Coliseo y les hubiera ido rematadamente bien. La policía llegó como a las 4 de la tarde y ya no pudieron hacer nada por controlar a la multitud que estaba pegada contra las puertas. Ese fue realmente un concierto de Charly García: empezó con mucho retraso, la gente estaba ebria desde la cola mismo, había una cama en el escenario -afortunada la persona dueña de esa cama-... Charly apareció vestido a lo Sherlock Holmes, hasta con pipa, saltando en un pie como Angus Young, entonando Cerca de la revolución ante la locura general.

Iba bien, pero en cierto momento del recital todo falló... Se fundió una fase del Ágora y todo se calló, nada funcionaba, nadie entendía nada. García le hizo gestos a la gente para que se callara y gritó a todo pulmón que había un pequeño problema técnico y que "los técnicos ecuatorianos van a arreglar todo". Después de un rato volvió a salir con algo del sonido arreglado y les dijo a los técnicos que no conecten nada porque iba a tocar sólo con el teclado, así que se fue a la cama con dos teclados, uno grande y otro que parecía de juguete, y tocó un De mí que ya provocó morirse... Después, ante el placer generalizado, tocó Tribulaciones, lamento y ocaso de un tonto rey imaginario, o no, de Sui Generis. Pero a los tales técnicos se les ocurrió conectar los equipos y casi nos dejan sordos a todos, víctimas de un feedback asesino. Obviamente el pobre García también sintió el embate del ruido, lanzó el teclado y se largó. Y así, entre interrupciones técnicas, fallas de sonido y las típicas idas y venidas de un Charly García cada vez más amortiguado y tambaleante, pero completamente inspirado, el concierto se extendió por más de tres horas. Para el final, mucha gente se había ido ya, los músicos demostraban de qué se trata el aguante a Charly -María Gabriela Epúmer entre ellos (te amamoooooos)- y nosotros estábamos exhaustos.

Lástima que mi memoria sea tan mala... recuerdo que disfruté tanto, pero no me acuerdo qué tocó. Haciendo un esfuerzo terrible puedo mencionar, a más de los temas que ya dije, estos otros: Rezo por vos, la hasta entonces no publicada Influencia (si no me equivoco, la tocó dos veces), Encuentro con el diablo, Pasajera en trance, Yendo de la cama al living, Nos siguen pegando abajo, Demoliendo hoteles... y uno de los mejores momentos de toda mi vida: los Engendros abrazados mientras García interpretaba Confesiones de invierno, coreándola a todo pulmón con lágrimas de emoción en los ojos.


2002, Coliseo General Rumiñahui

Ese 27 de diciembre de 2002 se guardará por siempre como otra de esas fechas llenas de rocanrol y con una demostración de todo lo que puede llegar a ser Charly García. Bueno, hay que empezar por el principio: cuando me enteré de la noticia casi hasta me muero. Ya había cumplido mi sueño de ver a García en vivo meses atrás, y de repente vienen y me cuentan que iba a tocar otra vez en Quito, el mismo año, y encima más acompañado de Fito Páez y Gustavo Cerati. Parecía que los dioses estaban de mi lado. Ya el día del concierto, los preparativos comenzaron temprano. Fue una jornada maratónica que arrancó con una larga cola afuera del coliseo. Ya adentro, los primeros en tocar fueron los Krucks, bastante bien recibidos por un público que, obviamente, no fue a verlos a ellos... Después fue el turno de Aterciopelados. Tengo que decir que su show me gustó menos que el de los Krucks. Si no hubiera sido porque estaban dentro del cartel, nunca los hubiera escuchado en vivo. Es más, hasta antes de ese día, creo que sólo había escuchado una canción completa de Aterciopelados... Pero bueno, cantaron, mucha gente les aplaudió, corearon y bailaron sus canciones y ya, se fueron. Era el turno de Cerati.

A Gustavo lo había visto ya en el 2000, cuando vino trayendo su gira del Bocanada. Esta vez fue tan buena como la vez pasada, aunque igual mucha gente después se quejó que su parte no estuvo muy buena porque no tocó nada de Soda (igual que en el concierto de García del 86, la radio lo promocionaba como si fuera a tocar solo temas de Soda). Zopencos. Primero, el show fue buenísimo, con el grado justo de electrónica dentro de su pop no bastardeado. Segundo, tocó El rito y Final caja negra... ya no es culpa que no hayan sabido canciones de Soda. La presencia de Cerati en el escenario provoca morirse... y provoca el doble cuando toca y canta. Sería más o menos hora y media de su show y le dio paso a Páez. Qué buen concierto fue ese -no tan bueno como el de la Casa de la Cultura unos meses antes, pero igual, algo espectacular-. Me acuerdo cómo salté, cómo canté, cómo sudé, cómo casi me muero cuando terminó porque estaba completamente exhausto. También me acuerdo que fue la primera vez que escuché Volver a mí, "un tema nuevo" que luego aparecería en el Naturaleza sangre... provocó morirse más aún.

Y después, Charly García... Algún tipo de maldición parecía perseguir al pobre Charly. Hasta el final de la presentación de Páez, el sonido era relativamente bueno -dentro de lo bueno que puede ser en ese coliseo-, pero salió García a escena y algo cambió. Me acuerdo que estaba casi desmayado y él apareció. Salté como impulsado por unos resortes y me dispuse a gozar del mejor compositor de canciones en lengua española, pero no pude hacerlo porque a mis oídos llegaban sólo ruidos, una sombra de El amor espera. García, vestido con una bata de cama roja, pintado la cara como una dama, con unos audífonos gigantes sobre su cabeza, cargando además la maldición del oído absoluto, no soportó la pésima calidad de los equipos ni la apatía de la gente que no tenía idea qué diablos estaría cantando. El show duró talvez dos canciones y media. Para ese momento García ya había empezado a terminar con todos los amplificadores que se le ponían por delante, pateando los equipos y desquitándose con el teclado. Fuimos afortunados, después de todo: pudimos ver a Charly García en su estado animal, adjetivado con una de esas lindas palabras que hay en inglés, como unleashed o berserk. De nada sirvieron los esfuerzos de Páez por probar el sonido y arreglar las fallas. La gente ya estaba enfurecida con García, lanzaba frascos de colirio y shampoo al escenario. Hubo hasta un tipo que se subió a la batería y tocó unos segundos, antes que uno de los rodies intentara sacarlo a golpes. Lo demás es bien conocido. El pobre Charly pasó la noche en cana y nos quedamos con ganas de escucharlo más.

Mucha gente no disfrutó de los conciertos de García en el 2002 en Quito. Es que no entedieron cómo es Charly García ni cómo son sus conciertos... no entendieron nada. Quien esperaba vivir algo parecido a algún concierto de otro artista, no tenía idea de lo que le esperaba ni sabía quién es Charly García realmente.



2009, Coliseo General Rumiñahui

Después de haber perdido las esperanzas de que Charly quiera volver al Ecuador, y después de acompañarlo a la distancia en la recuperación de su último colapso, el Emo me contó que se anunciaba un concierto suyo aquí. Yo acababa de regresar del no-concierto de Bunbury en Sígsig -púdranse, malditos miembros del Club Saltamontes- y entré a investigar en el internet. Si la Rolling Stone lo decía, yo les creía. Otra vez, la oportunidad de verlo en persona, tocando para mí. El concierto fue el sábado pasado (21 de noviembre) y obviamente asistí. No hubo tanta gente, fue mal escogido el lugar. El Ágora hubiera estado mucho mejor pero Raphael estaba cantando ahí... Un poco más de la mitad de las localidades vendidas -hubo una en cancha en la que estaban unas 10 personas... pésima organización- pero bueno, empezó. Lo que diferenció a este concierto de los anteriores fue la presencia de los fans identificados, con camisetas, brazaletes say no more, banderas, y algo en el ambiente. La mayoría de la gente sabía que veríamos a un Charly recuperado, pero que esa misma recuperación le impediría ser el mismo de los conciertos pasados. Entonces se sentía una suerte de confabulación pro Charly, estábamos dispuestos a perdonarle sus fallas y a no exigirle sino hasta su propio límite. La gente cantaba sus canciones desde antes de empezar, se moría de ganas de verle y, si era posible, de abrazarle, darle ánimos, hacer sentir a su ídolo que llegará a recuperarse del todo y que todos estamos con él. Claro que también había los típicos noveleros y estábamos quienes fuimos a disfrutar de mucho rock.

El concierto empezó con un Charly muy en sus cabales, centrado, con poca voz pero con más voz que antes de entrar en recuperación, con muchas libras de más y con una banda realmente poderosa: el negro García López en la guitarra, el Zorrito Von Quintiero en los teclados, Kiuge Hayashida en la otra guitarra, Carlos González en el bajo, el baterista Toño Silva Peña (los 3 últimos parte de The Prostitution) y los coros imprescindibles de Hilda Lizarazu. El piano de cola fue habitado por el propio García, quien no tocó ninguna guitarra y más bien cantó sin instrumento, bailando y moviéndose por el escenario en algunas canciones. Si bien se le veía un poco robótico a ratos, tratando de acostumbrarse a la gran barriga que le acompaña ahora, no ha perdido esa presencia de antaño. Más o menos como George Foreman en sus últimas peleas. Lo que sí le faltó fue más comunicación con la gente, como la que tuvo la primera vez que lo vi. Ahora como que se limita a cantar, habla poco pero dice mucho... con ese gusto que siente de estar aquí, libre. además que sus canciones me han dicho todo desde hace muchos años.

Podría decir muuuuchas cosas más del concierto, pero creo que ya he escrito demasiado en este post y nadie lo va a leer si continuo. Me limitaré a decir que sigo adolorido y ronco después de todo lo que salté, canté y grité. Disfruté tanto... amo el rocanrol...


El set-list:
01. El amor espera
02. Rap del exilio
03. No soy un extraño
04. Cerca de la revolución
05. Chipi-Chipi
06. Fanky
07. No te animás a despegar (Vía muerta)
08. Demoliendo hoteles
09. Promesas sobre el bidet
10. Adela en el carrousel
11. Rezo por vos
12. Yendo de la cama al living
13. Canción de 2 x 3
14. Nos siguen pegando abajo (pecado mortal)
15. Influencia
16. Llorando en el espejo
17. Pasajera en trance
18. Raros peinados nuevos
19. Me siento mucho mejor
20. Tu vicio
21. Buscando un símbolo de paz
22. (Estoy verde) No me dejan salir
23. No voy en tren
---
24. Deberías saber por qué
25. Hablando a tu corazón
---
26. Rock and roll Yo

Al final, en la lista de temas que tenían los músicos, había cuatro canciones más: No toquen, No se va a llamar amor, Los dinosaurios e Inconciente colectivo. Pero García ya estaba fundido. Cuando salió para el último bis, en Rock and roll Yo, prometió que sería la última porque no podía más. No importa, sé que nos dio todo lo que podía darnos esa noche. Sus 58 años a cuestas son bastantes para alguien que ha tenido una vida tan ajetreada. Sin embargo me sigue pareciendo que si alguien le da un poco de alcohol o un porrito, logrará que se transforme en la máquina de rocanrol que fue hasta hace unos años. Después de todo, fue él quien inventó la profesión de ser una estrella de rock.

Comentarios

  1. Algún rato surgió la idea, el plan de ir a ver a García a Guayaquil, en el "Estadio Modelo Alberto Spencer", ese templo del rock a donde llegamos para ver a Soda hace tiempo ya... Hubiera sido perfecto, porque el estadio estuvo casi vacío... un poquito más de dos mil personas. Malditos empersarios ecuatorianos que no tienen idea de nada y creen que se puede llenar un estadio así como así. Hubiera sido la cuarta vez, hubiéramos podido conseguir entradas a las mejores localidades a los precios más irrisorios... pero bueno, qué se le va a hacer. García igual cantó y dio todo ante los pocos afortunados que fueron a verlo. Afortunados ellos...

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  2. Me gustó mucho este post Gatuno :) NO se hace largo, para nada. Es una muy buena recopilación histórica de los conciertos de Charly. Además encuentro súper interesante conocer esas historias que cuentas de los conciertos que tuvo en Ecuador. Nunca me lo imaginé. Súper...

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  3. Qué bueno que te gustó. COmo siempre, había más cosas que quería incluir, que se me iban ocurriendo o que iba recordando al escribir, pero que se quedaron fuera. He disfrutado mucho en sus conciertos y merecían un buen post.

    Cada vez me faltan menos artistas que debo ver. Creo que el último obligado que me falta es Nacho Vegas, que tú ya pudiste escucharlo en vivo... Y de ahí, de las bandas que existen todavía, serían The Cure y Radiohead -que dudo que vengan al Ecuador alguna vez- porque las demás ya desaparecieron.

    Además me gustaría poder ver también a Nick Cave, Nine Inch Nails, Tom Waits, Miguel Mateos, Leonard Cohen, Dylan, David Lebón... y se me escapan miles. Hay demasiada buena música en el mundo, aunque hay muchísima más que es muy mala...

    Besos.

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  4. jajaja.... sí.... yo quiero ver a Bunbury, a los Cadillacs, a Los Héroes (si se pudiera), a Nacho de nuevo... mmm... y parece que el sábado voy a ir a ver a Nach (hip-hop) :)

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  5. Ah, cierto, me acabo de acordar que, en el concierto del Ágora en 2002, cantó el súper mix de Canción para mi muerte de Sui Generis y Purple rain de Prince. Provocó morirse... ¿Cómo pude haberlo olvidado al escribir el post?

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  6. por fin encontre el set list de Quito... (no soy experto en Charly) pero si en Cerati... grabé el show y ahora que ya se el set list lo voy a poner en dos DVDs
    http://www.youtube.com/watch?v=bZRMCMeviyM

    excelente tu blog. Felicidades

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  7. yo ando buscando a alguien que tenga algun video del show del Rumiñahui 2002 ... el de Bocanada de Quito 2000 lo consegui yo y se lo cedi a un español que lo subio a youtube algunos fragmentos

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  8. Gracias, Leo, por pasar por acá. Están buenazos tus videos del concierto, realmente espectaculares. Creo que somos muchos los que buscamos videos bien grabados de los recitales a los que fuimos en el pasado... pero muy pocos los consiguen. Ojalá alguien que los tenga los pueda subir.

    Saludos.

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  9. Sólo quiero decir lo que es un gran blog ha llegado hasta aquí! He estado alrededor por mucho tiempo, pero finalmente decidió mostrar mi aprecio por vuestro trabajo! Pulgar hacia arriba, y mantenerlo en marcha!

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