El otro día me compré un disco. Compré El tiempo de las cerezas y, sin quererlo, me vinieron muchos recuerdos a la cabeza. Antes de nada, vale decir que quería comprar este disco desde hace mucho tiempo, desde antes de que salga al mercado. Me acuerdo que, cuando me enteré que estaba grabándose, me interesó mucho, casi casi me quitaba el sueño y esperaba y esperaba a que llegue el día. Cuando escuché las dos primeras canciones promocionales, Días extraños y No fue bueno, pero fue lo mejor , me enamoré, me enamoré del sonido, de las letras, de la música, del ambiente que las canciones evocaban. No había cómo bajárselas de la página oficial del disco, sólo escucharlas, pero algo sé de internet, así que me saqué de ahí los wavs y les di palo escuchándoles una y otra vez cuando trabajaba en la universidad (acabo de buscar la página del disco y parece que ya no existe... mugrero...) Obviamente, el disco no iba a venderse pronto aquí, así que decidí solicitarle a mi amigo el Búho que lo