(Concierto de Enrique Bunbury en Quito, Ecuador, parte de la gira Hellville de Tour, jueves 8 de octubre de 2009, Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, 21h00... y el no-concierto de Bunbury en el estadio municipal de Sígsig el sábado 10 de octubre de 2009)
Pensaba escribir un post como el de los conciertos anteriores (Sabina, Soda, Calamaro -no el de Roger Hodgson-) cuando tenía todavía los tímpanos vibrando por el volumen de las guitarras, pero no me sentí muy a tono para hacerlo. Quisie esperar un poco hasta sentir que ya era el momento, pero nunca lo sentí, así que, para no dejar que el tiempo siga pasando, me pongo frente a la compu y me pongo a escribir, sin sentirme a tono... porque talvez nunca lo esté con ésto. Bastaría decir que fue uno de los mejores conciertos de la vida. Toda la excelente pretemporada, el amor por las nuevas canciones, la avidez de encontrar los setlists de los conciertos pasados, la emoción de la espera... hasta que ya estás ahí, se apagan las luces y todo va a empezar. Aparece un video en las pantallas mientras suena A plateful brain, de los Messer Chups. Los músicos van tomando ubicación, la gente grita y empiezan la batería con el bajo, se unen los otros instrumentos y el ya mítico "¡Buenas noches, cabrones!" se deja escuchar. Es Bunbury que está listo para regalarnos dos horas del mejor rocanrol... Ya sabes, si quieres cometer un par de errores nuevos, pregúntale a la banda local, o a su banda. El público un delirio, la música sigue y me has llamado cobarde por no estamparte un beso en la boca... de un lado el infierno, del otro el cielo... No puedo poner en palabras todo, así que mejor me dedico a robarle a Bunbury las palabras...
Pensaba escribir un post como el de los conciertos anteriores (Sabina, Soda, Calamaro -no el de Roger Hodgson-) cuando tenía todavía los tímpanos vibrando por el volumen de las guitarras, pero no me sentí muy a tono para hacerlo. Quisie esperar un poco hasta sentir que ya era el momento, pero nunca lo sentí, así que, para no dejar que el tiempo siga pasando, me pongo frente a la compu y me pongo a escribir, sin sentirme a tono... porque talvez nunca lo esté con ésto. Bastaría decir que fue uno de los mejores conciertos de la vida. Toda la excelente pretemporada, el amor por las nuevas canciones, la avidez de encontrar los setlists de los conciertos pasados, la emoción de la espera... hasta que ya estás ahí, se apagan las luces y todo va a empezar. Aparece un video en las pantallas mientras suena A plateful brain, de los Messer Chups. Los músicos van tomando ubicación, la gente grita y empiezan la batería con el bajo, se unen los otros instrumentos y el ya mítico "¡Buenas noches, cabrones!" se deja escuchar. Es Bunbury que está listo para regalarnos dos horas del mejor rocanrol... Ya sabes, si quieres cometer un par de errores nuevos, pregúntale a la banda local, o a su banda. El público un delirio, la música sigue y me has llamado cobarde por no estamparte un beso en la boca... de un lado el infierno, del otro el cielo... No puedo poner en palabras todo, así que mejor me dedico a robarle a Bunbury las palabras...
Después de ese gran arranque, todo el mundo se da cuenta que no hay muy poca gente. El Ágora está repleta y nos defendemos mejor en el cara a cara, en el cuerpo a cuerpo y tiempo al tiempo... Enrique se toma muy poco tiempo entre canciones, es una máquina, un show, carga su guitarra y dale. Sólo me espera quien no me conoce, busco a tientas el próximo refugio y ya no creo en los anuncios de felicidad... En realidad prefiero que sean los demás los que se diviertan y se lo pasen bien. Regresamos un poco en el tiempo, seguro que sólo quería demostrar esta inseguridad que me devora... Aquí, ahora, de nuevo, otra vez he vuelto a sobrepasar el límite que pude soportar, de ésta no salgo vivo. Seguimos con el Hellville de Luxe y ¿qué vampiro de los que me habitan sacaría hoy a alimentar? Todos tenemos algo que esconder... O no. Todos tenemos algo que decir... O no. Hay que verle... baila, tiene al mundo en la palma de la mano, nos tiene a nosotros. Y tiene la mejor voz que he escuchado en la vida. No es suficiente con cantar entonado, hay que sentir cada palabra, cada nota, y él lo sabe, él nos lo hace entender. Pensaba que lo sabía, pero no es hasta ese momento que puedo gritar ¡sácame de aquí! Hubo un momento en que pudimos decir que no, que lo sentimos... nos debimos confundir...
De repente una sorpresa. No me esperé que toda la gente se pusiera eufórica con este tema que nunca fue un hit para mí, pero bueno, no ando buscando grandeza, sólo esta tristeza quisiera curar... Y otra sorpresa, la mejor de la vida, un tema que no estaba en los setlists anteriores y que sí es un hitazo para mí aunque no la quisieras ni ella a ti... últimamente voy (sic.) muy ligero sin la chica triste que me (sic.) hacía reír. Para quienes fueron a recordar a Héroes, les llegó el momento, pero yo no fui para eso porque siempre he preferido un beso prolongado aunque sepa que miente, aunque sepa que es falso. ¿Qué demonios ocurre cuando miradas no se encuentran? Recodamos luego a Alicia (no a esa Alicia... a esa otra tampoco, sino a la que te dice que te quiere cuando ya te ha abandonado). Y bueno, me calste hondo y ahora me dueles... decían qué bonito era vernos pasear ¿qué se le va a hacer?
El intermedio llegó. Otro video, esta vez plagado de frases de películas de terror tipo B de los 50, una voz que nos grita ¡No tenéis que ir al infierno porque estáis en él. Éste es el infierno!. No hacía falta que me lo recuerde... Y la banda sale otra vez, como un huracán, como el Brasil del 70, destructora y demoledora y empieza a tocar mi tema. Después de todo soy un explorador solitaro que perdió la brújula y el mapa... mis deseos no son ya sino nidos abandonados... Enrique nos demuestra que el cantante se siente como en su casa en cualquier escenario de la ciudad. Y bueno, todo valió un zarpazo al corazón... y aunque sea sólo un gesto, un guiño, sólo un beso, inténtalo una vez, aunque sea de una forma distinta a la que siempre hayamos querido. Una de las más esperadas fue la que siguió. Decidí, por eso mismo, mecanismo de defensa, presa como está mi alma, con la calma suficiente, ser más fuerte y enfrentarme cuanto antes a la verdad... Qué sueño cumplido escuchar este puñado de canciones en vivo, cantadas por la misma voz que me habla desde los discos, desde el inconsciente, desde la verdad incomprensible de esto en lo que se ha convertido mi vida. Y después, siempre hablándonos entre canciones, siempre tocándonos el alma, vino el obligado homenaje a Mauricio Aznar y la gente que no dejó de gozar ni un momento. Sé que ya nada va a ocurrir pero ahora estoy contra las cuerdas... Ya no puedo darte el corazón, perdí mi apuesta por el rocanrol. Y, para cerrar la primera parte, hoy voy a empezar, hoy es el comienzo del final... La soledad es un lugar tan vacío sin ti. Y se despidió, presentó a Álvaro Suite, Jordi Mena, Robert Castellanos, Jorge Rebenaque y Ramón Gacías y se fue por un rato...
Pero volvió, porque quien encontró el amor no lo buscaba tanto... porque la ruina trajo consigo y de la mano a las musas... y porque me dejo querer por ti (sí, claro...) Ya para qué la vida... Pensaba que no podía mejorar pero mejoró, pese a que la gente no le dejó hablar (malditos, me quedé con ganas de saber qué iría a decir de Nacho). Del segundo mejor disco de toda mi vida sacó uno de los temas imprescindibles. No fue bueno pero fue lo mejor y todo, o casi todo, salió de otra manera porque yo también me preparé para el olvido. Y al final... uno de los más hermosos valses. Permite que te dedique la última línea... así nos podemos quedar toda la vida, así, si me dejas, no te dejaré de querer. Y se volvió a ir y volvió a salir, siempre con vestimenta distinta, con guitarra afinada, con un público que ya no podía más. Un respiro para mí, gritando desde las gradas al pasado, recordando que cuando buscaba tu boca, el viento se llevaba mis besos... Y bueno, ahora que ya está todo dicho, que cada uno siga su camino, Bunbury decide bajarse del escenario y mezclarse con quienes lo aman para cantarme, porque yo también soy quien, con su guitarra cantando se pasa noches enteras, hombre y guitarra llorando a la luz de las estrellas. No se puede creer qué perfecta puede ser la voz humana. Dispuesto a darme el toque de gracia -como tantas otras veces- sonaron esos acordes, ese rasgado y me lanzó otra verdad a la cara, que canto porque me levanto siempre con las mismas penas, con las heridas abiertas que siguen sin cicatrizar. Como para que creamos que terminó, otra vez se fue, otra vez volvió. Tocó la que no nos gusta, pero escucharla ahí es otra cosa, otro nivel... Otra vez perdiste tu oportunidad, siempre enfrentándote y, al final, vencido por el miedo, caes al suelo y te dejas pisar. Y ya, sabíamos que no podía durar mucho más aunque todos queríamos que siga cantando. Por eso al final sólo escribió en la lápida: No sé distinguir lo complicado de lo simple y ahora estás en mi lista de promesas a olvidar...
Aunque, como siempre, me faltaron canciones (hubiera querido gritar que estoy enganchado a ti, no lo voy a negar, si te digo me he quitado, no es verdad... las evidencias no se pueden ocultar, o que nos queda el mar y un buen pescado que comer a tu lado y eso sólo será si vuelves, claro, o que tú, regando mi jardín un día de lluvia torrencial, la mejor compañía para estados de ánimo peligrosos o incluso que puedo decirlo más alto pero no puedo más claro...) quedamos más que satisfechos. Pero sí nos quedamos con ganas del concierto en Sígsig, después de las odiseas, de tener las entradas, de estar allá, en la cola... para los imbéciles del club saltamontes fue muy fácil no dar la cara y suspender el concierto para el día siguiente. No nos podíamos quedar. Pero vaió la pena el viaje y todo lo demás también...
El setlist de ese día:
ResponderBorrar• Intro (A plateful brain, Messer Chups)
• El club de los imposibles
• La señorita hermafrodita
• Hay muy poca gente
• Bujías para el dolor
• Sólo si me perdonas
• Si no fuera por ti
• Sácame de aquí
• El extranjero
• La chica triste que te hacía reír
• La herida
• Alicia (expulsada al País de las Maravillas)
• Infinito
--- Intermedio ---
• El hombre delgado que no flaqueará jamás
• Sí
• El rescate
• Apuesta por el rocanrol
• Lady Blue
---
• Porque las cosas cambian
• No fue bueno, pero fue lo mejor
• ...Y al final
---
• No me llames cariño
• El jinete
• Canto (el mismo dolor)
---
• El viento a favor
• La chispa adecuada
no es que no te lea es que en estos días me queda poco que decir
ResponderBorrarSiempre es bueno saber que te das vueltas por aquí.
ResponderBorrarBeso.
Gatuno!!!
ResponderBorrarWowwww! hiciste un post de Enrique Bunbury!! No lo he leído aún, pero lo leeré mañana. Me encantan las fotos... :)) ¡Cómo te envidio chaval! jaja lo viste!!! Yo quieroooo!!
La verdad, no está bueno el post... era sólo para sacarme la espina y dejarlo plasmado aquí. Al menos podrás saber qué tocó esa noche.
ResponderBorrarAh, me olvidaba, una de las cosas más importantes que me quedé sin gritar en el concierto es la de "si apareces esta noche, esta noche te quedas". Y me hubiera encantado también deshacerme la garganta con "voy a empezar por el principio, cerca del precipicio donde siempre quise estar" y con "esto prueba lo que te demuestra..."
Gracias al amigo del amigo de la Cross por la foto central, que es la mejor. A la primera la saqué de la web de Bunbury y la de las entradas la tomé yo, aunque casi ni se ve...
Alejito...
ResponderBorrarQué dices... ¿que no es un buen post? ¿que no estabas a tono? Pues ya quisiera tener tan poco tono y escribir así como lo haces tú. Me ha gustado mucho. Tal vez porque soy tan fan de Bunbury como tú...
Hubiera disfrutado tanto de ese concierto... pensar que en algún momento tuve la ilusión de poder ir contigo. Qué ganas... hubiéramos gritado como dos locos y si me hubieras cantado Sácame de aquí, te hubiera hecho caso...
Qué tremendo set list que les regaló. Estupendo.
Ojalá pudieras pagar mi rescate...
Otro rato te escribo más, se me vienen más cositas a la cabeza.
Ronroneos...
Pana me me hiciste recordar la soledad. Bumbury me lapido esa noche. Bumbury el hipnotista. Bumbury con su leyenda de heroes en la espalda. Bumbury el levitador, como un pirata, corsario, poeta... genial.
ResponderBorrarPara mí no fue una noche que regrese a mi mente con soledad. Los recuerdos que tengo de la excitación, los gritos y las lágrimas, se guardan en un lugar feliz de mi memoria, aunque esa noche haya perdido mi apuesta por el rocanrol y más...
ResponderBorrarHow do you play Barcelona in this year?
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