No importa cómo, no importa cuándo... Charly García es Charly García y sólo él es Charly García. Así esté vestido impecablemente, con los ojos pintados, revolcándose ebrio, lanzándose desde el noveno piso a la piscina, destrozando los amplificadores, demoliendo hoteles, casi inmóvil frente al piano, pateando fans o recibiendo un Grammy, tiene tanto para dar con esa genialidad que le desborda, que me obliga a preguntarme hasta dónde podrá llegar... hasta dónde la podra aguantar el mismo García. Fui a su concierto el sábado (21 de noviembre de 2009, en el coliseo General Rumñahui de Quito). Es la tercera vez que lo veo ahí, en el escenario, repitiéndome las cosas que me ha dicho toda la vida desde sus discos. Es algo que había dado por perdido... No esperaba volver a verlo, al menos no aquí. Pensaba que talvez en algún hipotético -y poco probable- viaje a la Argentina podría verlo tocar otra vez en algún bar, en alguna disco, en una plaza... en cualquier lado... Ahora, con la emoción cer...
Lindo te falta un taxi del maldito... aunque claro es el taxi al que no te subirias...pero con todo..jajajaja
ResponderBorrarhttp://www.jornada.unam.mx/2001/09/06/Images/ls-cine.jpg
ah por cierto... yo también uso lentes! jajajaja
ResponderBorrarlástima, fui al optometra la semana pasada y me dijo que no necesito lentes.
ResponderBorrarLinda, ya sabes que a ese taxi no me subiría... :P Eso se lo dejamos a otros...
ResponderBorrarY tus lentes son lo máximooooooo...
Hola Icaro Jr. Agradece que no necesitas lentes, aunque siempre queda la divertida opción de usar sólo los marcos, como hice yo durante muchos años.
ResponderBorrarAgradezco, agradezco.
ResponderBorrarYo usé lentes cunando era niña pero para mí fueron un martirio los perdía todo el tiempo
hola Gatuno!!!
ResponderBorrarUna vez iba como tú en un taxi parecido, también besándome con alguien... era una relación escondida-prohibida, por ende ir en un taxi besándose le daba un valor extra... hubiera querido que no terminara nunca ese viaje.
Ahora los taxis me llevan a casa, por lo general sola, y lo único que me preocupa es que no me engañen demasiado con el precio por ser extranjera. :)
ahh... una vez me pasó algo distinto... hubiera querido que el viaje no terminara nunca porque el taxista era tan guapo y se veía tan simpático... hubiera querido tener las agallas para invitarlo a un café...
Linda esa peli... lindo lo que provoca ese director.
ronroneos para ti Gatuno,
Consuelo
Me gustó mucho tu post, hasta me dio nostalgia de algunos viajes en taxi. Y tienes razón, maldito Won Kar-wai
ResponderBorrarRecuerdos de esos viajes que uno hubiera querido que nunca terminen, de esos que terminaron pero nos llevaron a lugares y situaciones que nos dan mucho más para recordar y disfrutar... o extrañar. Y también están esos viajes que uno quisiera no haber hecho nunca. De eso se trata todo, porque si uno supiera de antemano qué iba a pasar, no sería tan divertido ¿no?
ResponderBorrarConsuelo, pon tu perfil griego para el taxista y así no te cobrará de más...
Sí... maldito Wong Kar Wai... Pero, pese a eso -o talvez gracias a eso-, y aprovechando mi calidad de repetidor, no puedo dejar de volver a ver 2046...
ResponderBorrarLos recuerdos... ¿què cosa no?. No se olvidan y no se pueden borrar. Pero no por eso hay que decir que no te va a volver a pasar, porque cosas le pasan a todo el mundo sean buenas o malas, y al final lo que no te mata te fortalece.
ResponderBorrarMuy bueno tu blog.
Beso
Qué cosas... Volví a un taxi de esos -¿el mismo taxi?-, con la misma chica de hace más o menos un año, y el taxista y el hermano de la chica no se percataban cómo nos recorríamos el cuerpo con los ojos y las manos. Volví a la casa de la que no tengo idea cómo salí, de la que no sé salir, porque siempre se me quedará aklgo ahí dentro...
ResponderBorrarMás para recordar... Como dijo Florence hace ya mucho tiempo, lo que no te mata, te fortalece...