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Una eternidad esperé este instante

(Sábado 27 de octubre de 2007. Guayaquil, Ecuador, Estadio Modelo "Alberto Spencer", 21h30, aproximadamente. Soda Stereo: Me verás volver)

Todo vuelve y todo se olvida. Todo parece distinto con el primer acorde, con la primera frase. Cerati lidera con su Jackson azul, todos le seguimos. Zeta está intacto, Alberti es pura sobriedad. Una maquinita perfecta el trío: después de diez años, no ha pasado un día. El regreso de la banda que nunca se fue. Cerati grita "¡Guayaquil, carajo!" y, como una premonición maligna, yo grito que voy a ser tu mayordomo y vos harás el rol de señora fiel, o puedo ser tu violador, la imaginación, esta noche, todo lo puede... Salto como un demente, soy un extraño, no me reconozco. No quiero pensar, sólo disfrutar, y me pongo a correr por la cancha, por las gradas, a perseguirte y es tu propia piel la que me hace mover en extremo. No hay descanso, me pega un nuevo disparo desde la memoria... la música mueve a la gente a la distancia. Saltan, se tocan, ya vas a ver como tu cuerpo se abre mientras pides y pides... Que no esperes más de mí te digo sin hablar, sin querer, sin saber. Las pantallas explotan de colores cuando mis ojos perciben otra vez imágenes retro. La mente viaja, las manos extrañan y recuerdo... recuerdo. El trabajo intensivo de la memoria, inoportuna como siempre, me regresa al dolor y lo veo todo claro: las secuencias seleccionadas casi a la perfección por el editor despiadado que sabe exactamente dónde está cada experiencia, reviven al maligno y siempre placentero personaje de condensación que protagoniza mis soledad. Su cara, su cuerpo... así es la trama de este film, tu propio reflejo... Antes de poder poner los pies en la tierra siento que nuevas formas crecen, son tan atractivas, quiero descansar de todo ayer. El estadio explota con esas voces que se agitan... y me abandono a la corriente.
Hay tanto que uno dio por perdido algún momento de la vida. Esta posibilidad era una de ellas, este concierto tantas veces soñado, tan imaginado, tan imposible. Y cuando Cerati preguntó si Guayaquil también es la ciudad de la furia, supimos que estábamos a segundos de un momento memorable. Ahora el tema duele como una ciuad prometida, paradisíaca, que no llegaremos a conocer, aunque quede, en algún lugar escondido, la certeza de que me dejarás dormir al amanecer entre tus piernas... entre tus piernas. Para ese punto ya era todo sudor y calor. Las piernas largas al límite, listas para saltar mientras tres antiguos adolescentes se diviertían sobre el escenario por una cuestión de voltaje. Pensé que las fuerzas alcanzarían hasta después del concierto, pero me tocó admitir que ésta no es mi noche, justo cuando entre tus labios de plata y mi acero inolvidable, quiero un zoom protagónico... Todos somos adictos a estos juegos de artificio, de seducción, sin que te importe por cuánto tiempo haya estado aguardando el temblor en mi cuerpo, sin que te importe cuando hay una grieta en mi corazón. Después del veloz proceso de deshidratación por tanto temblor, una experiencia diferente. Pese a haber escuchado mil veces este tema, tener a Soda en frente, tocándolo para nosotros, le da un significado insospechado... un nuevo nivel. Una lágrima aparece al gritar que no quiero soñar mil veces las mismas cosas ni contemplarlas sabiamente. Explota la cancha cuando te empiezo a reclamar que te comportas de acuerdo con lo que te dicta cada momento, y esa inconstancia no es algo heróico, es más bien algo enfermo... Sólo quiero que me trates suavemente... No se puede creer el sentimiento, la emoción, los recuerdos llenando los ojos, te podía abrazar, te tenía tan cerca... y sin embargo sabes, me mantendrás distante. Soda llenó su arma sónica con una carga letal que no había usado previamente en la gira y disparó. La gente saltó y yo grité que mi transgresión es procurar tenerte. La respuesta que obtuve de sus labios es la misma que dejé escapar frente a otros ojos, el conocido sueles encontrarme en cualquier lugar y, ya lo sabes, nada es casualidad. Supuestamente me intenté alejar pero a cada segundo estaré más cerca...
Como para complacer a quienes no entienden nada, me tocó confesarles que soy tan vulnerable a su amor y aproveché para confesarme a mí mismo que no puedo seguir marginándome. Decidí, sabiamente, ponerme a bailar, pero se me rompió la danza. Traté de encontrarte para que me guíes y te pedí, te rogué, dame una pista, algún rastro para hallarte. No te encontré. Cerati me hizo descubrir que con la represión nadie puede detenerse y yo la dejé de lado para ver cómo tus ropas caen lentamente, soy un espía, un espectador. Me veías que te veía, no hay duda de eso... sé que te excita pensar hasta dónde llegaré. Cerati -Jackson desafinada en mano, cuerda menos, quién sabe- dejó que Zeta y Alberti guíen a la multitud y luego, buscando evitar el paro cardíaco, decidió que todos seamos estrellas: las gradas y la cancha brillaron con celulares y encendedores, buen momento para que sepas que tantas veces te vi simulando el olvido. Morí de sed y recordé cuando la calmaba en ti, cuando me embriagué hasta el vacío con tu miel venenosa... Como no quise importunarte, pretendí haber olvidado una parte de la euforia, aceptando que lo más resbaladizo es creernos sin memoria... Déjame vivir este sueño, el mejor que he tenido... Despierto y caigo en cuenta que no te conozco ¿Quién sabrá el valor de tus deseos? Vuelvo a despertar y te veo florecer mirándome a los ojos... Perfección. De pronto nos escupen en la cara que el rock no es fútbol -estamos en el estadio, goles suenan a la distancia- y me doy cuenta que tal vez fui un sueño de otro, un rumbo incierto y que, pese a la fuerza de la masa, estoy aquí, temblando frágil en la multitud... y la espero.


Entonces, agonizante como estaba después de la lluvia musical, descubro un intercambio de miradas entre Zeta y Alberti. Empieza lo secuenciado y el corazón se detiene. Alguna vez fue que planeamos hacernos todo el daño de una vez ¿te auerdas? Espero que sí, fue buena idea. Ahora me gritas "¡No existes!" y yo, con la polaroid sobre la silla, brillante truco de apariencias, me trato de tragar las lágrimas. Parece que el estadio se cae, pero es mi interior lo que se desmorona. Estoy en el cielo, la excitación, la emoción, los gritos y los saltos... pero algo se rompe en mí cuando pienso que tal vez no deslizaré mi puño por tu espalda, aunque aún tenemos cuentas que saldar. Pseudo abducido, me sentí solo pero no me extrañé porque nunca voy a ser un superhombre y sueles dejarme solo. El riesgo es el camino más intenso, el que no nos atrevimos a tomar en el momento. Cierta gente suele reclamarle a Cerati que no interactúa con el público, que se queda demasiado estático... será que no lo conocen. No necesita hablar mucho, para eso están sus canciones, para eso la tremenda presencia escénica. Y si querían verlo en éxtasis, debieron presenciar cuando lanzó la guitarra. Tocó el solo con otra y me sentí morir. En este tiempo anfibio temo perderte por volar, pero, créeme, no lo haré, sólo Dios sabe que no te perderé, nunca. Poseído como estaba, vi claramente venir el golpe y no lo evité. Fue otro de esos momentos que ya no pensé vivir nunca y ahora el tema duele tanto... Sentí el susurro de tu voz con el no vuelvas, yo estaré a un millón de años luz de casa, justo en la noche en que todo cambió y ahora mi alimento son las cenizas de una noche larga. Entonces pasó. Nunca antes había saltado tanto en una canción. No es una de mis imprescindibles de Soda, pero escucharla en vivo es otra cosa. El si menor levantó al estadio y todos gritamos a coro "Ella durmió al calor de las masas" sin que nadie se dé cuenta que algún tiempo atrás pensé en escribirle que nunca sorteé las trampas del amor. Todo se movía, todo saltaba, todo era una sola canción, un recuerdo de aquel amor de música ligera, nada nos libra, nada más queda.


Se fueron y regresaron. Yo ya no tenía piernas para seguir, ni garganta. Las fuerzas se me fueron como en esas pequeñas muertes que le siguen al placer, pero aguanté, me salí fuera de contexto y pensé... te pensé. Hasta ahora quiero descubrir por qué este deseo crece cuando, sin disimular, me voy desnudando con cada sonido. Otro disparo de hit con Soda. No hay mucho que decir, sólo contar lo que pasó a la salida del estadio: un extraño destino, una oscura verdad, tan solo tropiezos, amar o callar, anduve caminando por calles al azar, por calles vacías Guayaquil, Guayaquil, humedad... Sólo ahora que lo escribo, lo entiendo todo... Intentos de desmayo se olvidaron cuando el viejo Daniel Sais se subió a tocar con Cerati (y su sombrero ochentero), Zeta y Alberti. Nos vimos obligados a gritar que no seas tan cruel, no busques más pretextos, no seas tan cruel, siempre seremos prófugos los dos. En mi defensa alegaré que al menos sé que huyo porque amo... te dije que no tenemos dónde ir... te lo dije. Fue la despedida, que pensé definitiva, pero de un tiempo a esta parte no confío en las despedidas. Se volvieron a subir después de un rato y yo ya no me podía mantener en pie. Recordé que quiero regresar sólo a besarla... no está mal ser mi dueño otra vez. Tarda en llegar y, al final, al final, hay recompensa. La muerte estaba cercana pero aguantamos, aguantamos y seguiremos aguantando. Me fui con un deseo antes del final, con una revelación: el mejor concierto de la vida, pantallas y luces de otro mundo, los mejores temas que haya podido escuchar. Y aunque se nos quedaron Signos, Canción animal y el Corazón delator puedo decir que, sinceramente, sería tan bueno tocarte, pero es inútil, tu cuerpo es de látex y no siento nada... nada personal...

(Actualización) El Set-list fue:


01. Juego de seducción
02. Tele-K
03. Imágenes retro
04. Hombre al agua
05. En la ciudad de la furia
06. Picnic en el 4B
07. Zoom
08. Cuando pase el temblor
09. Final caja negra
10. Trátame suavemente
11. El rito
12. Sobredosis de TV
13. Danza rota
14. Persiana americana
15. Fue
16. En remolinos
17. Primavera 0
18. No existes
19. Sueles dejarme solo
20. (En) El séptimo dÌa
21. Un millón de años luz
22. De música ligera
---
23. Disco eterno
24. Cae el sol
25. Prófugos
---
26. Zona de promesas
27. Nada personal


(Fotos del concierto en Ecuador tomadas de la página de Soda)

Comentarios

  1. Para mí ... el punto cumbre de la noche " hombre al agua" mi cancion preferida de soda y miles de noches recostada en la sala de una casa gigante en Pasto rodeada de acetatos LPS de Soda. Escuhando musica y mirando el techo. cosas de adolencentes.

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  2. Intentos de desmayo se olvidaron cuando el viejo Daniel Sais se subió a tocar con Cerati (y su sombrero ochentero), Zeta y Alberti. Nos vimos obligados a gritar que no seas tan cruel, no busques más pretextos, no seas tan cruel, siempre seremos prófugos los dos. En mi defensa alegaré que al menos sé que huyo porque amo... te dije que no tenemos dónde ir... te lo dije.

    Che...NO TAN VIEJO!! Jaajaja...Gracias por tus palabras.

    Daniel Sais

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  3. ¡¡¡Grande Daniel!!! No lo decía en el sentido de "anciano", sino más bien de "querido"...

    Y gracias por haber sido parte de tan tremendísimo concierto y por todos estos años de buen rock.

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  4. Voy a transcribir lo que dice en la página de Soda sobre el concierto:

    El jueves 25, con pocas horas de descanso, la banda y el staff viajaron a Ecuador. Cinco horas después se encontraban en la ciudad de Guayaquil, convulsionada con el arribo de Soda, que no tocaba en el país desde hacía veinte años.
    El público llegó principalmente desde Quito y Cuenca en micros, aviones y vehículos particulares, con tanta intensidad que los vuelos hacia la ciudad estuvieron saturados y las empresas de ómnibus Cooperativa Ecuador y Panamericana tuvieron que incrementar las frecuencias durante el viernes y la madrugada del sábado. De pronto, Guayaquil se encontró desbordada y con la capacidad hotelera colmada, lo que llevó a muchos fans a pasar la noche directamente en las inmediaciones del estadio Modelo Alberto Spencer.

    Durante casi tres horas 41 mil personas fueron protagonistas de un show, atravesado por la emoción y por el fervor, y que se convertiría, según muchos integrantes del propio staff de Soda, en el más caliente, hasta entonces, de toda la gira.
    La prensa ecuatoriana calificó al concierto como el más importante en la historia del espectáculo en Ecuador, tanto por el nivel de producción como por la cantidad de espectadores.
    En Chile y Ecuador se reprodujo exactamente la misma puesta que el inglés Martin Philips había presentado en los shows de Buenos Aires:pantallas de leds, motores, luces especiales, consolas, y los ya famosos círculos de la escenografía que son parte de los 12 mil kilos de carga que transporta Soda para mantener el mismo nivel de producción en todas las ciudades.


    Para que vean, no más...

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  5. Si no viene Soda a Quito, creo que las habré perdido para siempre: a ella y a la oportunidad...

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  6. El concierto en el American Airlines Arena de Miami del 5 de diciembre contó con el enviado especial de los Engendros, Rafa Weisson, quien me mandó el set-list:

    01. Juegos de seducción
    02. Tele-k
    03. Imágenes retro
    04. Texturas
    05. Hombe al agua
    06. En la ciudad de la furia
    07. Picnic en el 4b
    08. Zoom
    09. Cuando pase el temblor
    10. Final caja negra
    11. Corazón delator
    12. El rito
    13. Sobredosis de TV
    14. Danza rota
    15. Persiana americana
    16. Fue
    17. En remolinos
    18. Primavera 0
    19. No existes
    20. Sueles dejarme solo
    21. En el séptimo dia
    22. Un millón de años luz
    23. De música ligera
    24. Disco eterno
    25. Cae el sol
    26. Prófugos
    27. Nada personal
    28. Te hacen falta vitaminas

    Además, tocaron también "Signos", pero no se acuerda exactamente dónde fue, sólo que fue algún rato antes de Música ligera...

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  7. Ya es un año... Hace justo un año estaba saltando en ña cancha del Modelo, con Soda. En 3 años he visto dos veces a Sabina, una a Soda y recientemente a Calamaro... ¿qué concierto me deparará el azar hasta el próximo año?

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  8. Después de haber visto y vuelto a ver los DVDs de la gira "Me verás volver" -y haber escuchado los CDs también-, y después de recordar cómo fue el concierto aquí -o sea, en Guayaquil-, creo que les doy la razón a los Soda por no poner ningún tema de Ecuador. Le doy la razón al Javi y, al tipo que el Javi citó, al decir que con razón no pusieron temas de acá, si en primera fila estaba hasta la tal Bomba Sexy del Ecuador... Podrá estar todo lo buena que quiera la tal Bomba, pero dudo que haya estado matándose y saltando con sus zapatos de taco aguja, gritando al querer hacer el rol de señora fiel, derritiéndose al escuchar que alguien quiere que la trate suavemente, secándose las lágrimas al recordar cuántas veces lo vio simulando un olvido, sacándose el odio con cada No existes...

    Merecido nos lo tenemos por tener este mundillo farandulesco para tarados.

    Pero yo sí que la gocé ese día... ese concierto, aunque no haya sido con la tal Bomba...

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