"Evelyn McHale" de Robert Wiles. |
Como una idea fija en la cabeza, como un pendiente, casi.
Algo así como tener un viejo amigo que ineludiblemente me va a llamar algún
rato para encontrarnos sin saber que a mí me da pereza verlo. No sé desde
cuándo, pero es así. Sé que no ha sido toda la vida pero siento que esto tiene
toda la vejez que he podido acumular. La muerte está presente siempre, y no es
un ángel ni una sombra o calavera armada con su guadaña.
Ha muerto muy poca gente a la que haya querido o incluso
conocido. Han sido largos y afortunados años en los que solo he sufrido la
partida de estrellas de rock, pilotos, actores o directores, escritores, viejas
glorias del deporte o jóvenes futbolistas en la cancha. Pero no importa porque
en mi cabeza la muerte se ha hecho un lugar y rige su imperio de miedo desde
ahí. Talvez miedo no es la palabra, pero imperio sí.
No he vivido guerras, epidemias ni terrorismo, y los
terremotos me han hecho salir con cuidado pero sin causar estragos en las
cercanías, solo un Quijote que se cayó en la vitrina y nada más. Tampoco
experimento enfermedades (espero) aunque noto la lenta y normal degeneración
progresiva de un cuerpo que ya pasó sus mejores años. Es solo la vejez que
llega a instalarse, pero vejez no es muerte.
Entonces ¿por qué siempre estoy pensando en ella? No sólo es
mi muerte, esa a la que encontraré una
mañana dentro de mi habitación y todo lo demás, sino también la de las
personas que quiero, las que amo, las que me importan, las que creo que
deberían ser inmortales. A veces trato de racionalizar lo que pasa dentro de mí
y llego al viejo y acertado lugar común de que la vida no tiene sentido, que todas las cosas que alcanzo a ver me
sobrevivirán... Y con eso viene la desidia de empezar cualquier proyecto
que nace con la amenaza de su posible interrupción por mi muerte y con la
seguridad de su inutilidad.
¿Es así para todo el mundo? ¿Cuántas veces al día piensan ustedes
en la muerte?
Hola Gatito,
ResponderBorrarNo sé por qué no había leído esto. No pensaba mucho en la muerte, hasta el fallecimiento de mi abuelita. De ahí, sí he pensado, sobretodo porque familiares se están haciendo cada vez más viejitos. Y eso quisiera evitarlo. Por qué no ser inmortales. Quizás qué vida tendríamos. No quiero que se mueran mis viejos. *pero yo sé que el destino es así...*
La mía, a veces tb la pienso. Desearía tener un botón de autodestrucción. Pero luego tendría el problema de decidir cuándo autodestruirse no? qué tienes que haber cumplido ya para querer acabar con tu vida?
Opino que al menos, conocerte en vivo y ver algún concierto juntos y algunas noches de karaoke y birra.
Besos Alejo.
Gracias por escribir.
BorrarNo he dejado de pensar en la muerte, sigue tan presente como siempre, pero me he dado cuenta que me he acostumbrado a eso. Sé que me volverá a preocupar un poco más cuando una oleada traiga de regreso la misma sensación que tuve al escribir el post, pero por el momento ando pensando más en la vida. Espero que eso sea bueno.
Besos.