Aunque no me guste, tengo que aceptar que me gusta cuando
una cosa como esta me cambia los planes. Si releen (o leen por primera vez) mi
post anterior, verán que tenía casi programado cada minuto de mi vida para todo
este año. El 2016 sería el año de cumplir propósitos, y me había planteado una
cantidad imposible para una persona tan lenta y sin tanto tiempo libre. La
primera semana fue una demostración de que la planificación me superaba y que
requeriría de mí una dosis extra de dedicación (hay demasiadas -ción en esa
última frase). Después, un par de cosas me hicieron que buscara otra cosa y,
sin haberlo planeado, la encontré. Ahí me vino la idea de cambiar todo.
No puedo decirles qué es, no puedo sugerir de qué se tratan
estas cosas de las que hablo. Solo les diré que una conjunción de
acontecimientos movió algo en mí para que raspara un poco la tierra de la
memoria, y encontré un catálogo, inventario, compilatorio o lo que sea. El recuerdo
tocó también cuerdas sensibles, familiares, y de repente me di cuenta que era
el momento de hacer algo que desde hace años era necesario, algo que nos
ayudaría a todos y que, algún día me facilitará las cosas.
La cosa es que lograr todo esto me va a tomar una gran
cantidad de tiempo, un tiempo que no tengo y que, como están las cosas, lo
tengo que repartir entre el montón de propósitos y esta nueva dedicación que siento
casi como una obligación para conmigo mismo.
Por eso, con tristeza pero con emoción, debo renunciar a los
propósitos. Eso no significa que los olvidaré y que trataré de no hacer nada de
lo que ellos decían. Más bien, trataré de seguir con lo del disco al día,
aunque no sea al día, sino pasando dos o tres o cuatro. También con lo de
escribir seguido, escribir en el blog. No dejaré de lado ni la guitarra ni los
ejercicios, visitaré mi biblioteca seguido en busca de novelas gráficas y,
aunque no sea un libro al día, trataré de mantener mi nivel de lectura.
Hacer lo que voy a hacer será más aburrido, menos variado,
pero igual de retador y seguro me depara bonitas sorpresas. El resultado se
verá en diciembre, en la navidad 2016.
No he tenido mucho tiempo para escribir y revisar esto.
Disculparán…
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Escriban, que yo no dejé a nadie...