Ir al contenido principal

El día antes del fin del mundo

Tomado de El espíritu de los cínicos

Mañana se acaba el mundo... O, al menos, debería acabarse. No sé si con un cataclismo universal, un súbito apagarse de nuestras vidas, un genocidio de los dioses aburridos que se hartaron de nosotros o algo parecido. Tengo todas mis esperanzas puestas en que mañana termina todo y nos veremos libres de tanta estupidez. Ya puse todas mis fichas a ganador sin haber visto siquiera la mano que me tocó.

Sólo hay que pensarlo un poco: reggaetón por todos lados, persecución desalmada a los fumadores, la navidad a un paso (con toda la idiotez masiva que conlleva y que cada año se incrementa), en el cine casi sólo pasan estupideces para niños, comedias románticas o películas de acción vacías llenas efectos y nada más, un montón de imbéciles que nos gobiernan y que creen que lo hacen bien, Star Wars se fue para Disney, en la tele hay series y más series... Creo que es suficiente. La especie humana ha demostrado su incapacidad para vivir con un mínimo de decencia y merece desaparecer. Y lo peor de todo es que somos demasiado ciegos como para darnos cuenta.

Pero supongo que al despertar el 21 de diciembre a las 06h12, no escucharé, ni las trompetas ni los caballos del Apocalipsis y habré perdido todo lo que aposté. Como dice Dylan, you can't win with a loser hand... No me quedará más que empezar otra vez, pero al menos estaré en el mejor lugar, abrazado a tu cuerpo desnudo.

Comentarios

  1. Oye... por lo menos estarás en el mejor lugar y abrazado a su cuerpo desnudo... Es mucho más que lo que mucha gente tiene (como yo por ejemplo).

    Pero sobre el tema... te diré que así como ocurren muchas idioteces y hay muchos idiotas por ahí sueltos en este mundo, también hay muchas cosas por las que vale la pena vivir y muchas cosas que hacen que no quiera que se acabe este mundo. Yo tengo la esperanza de que vamos a evolucionar para mejor. Quiero no perder la esperanza. :)

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias por el comentario, Consuelo.

      Pues sí, creo que haber amanecido abrazado a su cuerpo desnudo mientras el mundo no se caía a pedazos es lo mejor que me pudo haber pasado. Yo no tengo mucha esperanza en la humanidad, creo que ya la idiotez ganó por goleada ante los preocupados por la gente, el medio ambiente, el futuro del planeta o hasta el buen gusto. No queda más que sobrevivir cada día y esperar a que algún rato pase algo que haga que todo mejore.

      Besos.

      Borrar

Publicar un comentario

Escriban, que yo no dejé a nadie...

Entradas más populares de este blog

Las enfermeras de la vida real no son como las del Show de Porcel

Ya ha pasado un año... Mi última visita a un hospital (espero que sea realmente la última) fue una mezcolanza de experiencias: el dolor insoportable, las ventajas de faltar a la oficina varios días, la incomodidad de las intravenosas... y las enfermeras... Sobre el dolor podría hacer un ensayo entero. Bastará con decir que, por esos días, cargaba el terrible peso de un corazón recientemente roto, esa sombra que a uno lo persigue a todos lados, le roba la sonrisa y se antepone a cualquier sensación o sentimiento. Pero, como dijo sabiamente mi Padawan, no hay dolor del corazón que se compare al de una rodilla rota o, en mi caso, al de un intestino rebelde. De la oficina y las intravenosas tal vez hable algún otro rato, pero de las enfermeras... Cierto es que el dolor y las drogas me sacaron de la realidad, pero también es cierto que no había nada más real que esas enfermeras. Mujeres contundentes y forradas de blanco, hacían su trabajo como quien lo ha venido haciendo por siglos. Sus ca

Lunático

Las cosas salen de los lugares menos pensados... El otro día me fui a ver La tourneuse de pages y conocí a Déborah François , la protagonista, hermosa mujer dueña de una belleza perturbadora, pese a no ser el tipo de mujer que me gusta -o talvez por eso-, y dueña también de un par de lunares en el cuello. De la película mejor no hablar, así que de una me dedico a lo que salió de la caja de Pandora que se abrió con los lunares. Fue algo totalmente imprevisto, un disparador escondido en lo recóndito del inconsciente, en la parte prohibida de la memoria... Prohibida porque es el camino directo a la bodega donde se guarda lo que no se debería volver a ver. Estoy exagerando... me gusta recordar algunas de estas cosas que alguna vez fueron letales y premeditadas minas antipersonales que dejaron enterradas ciertas chicas para volarme en pedazos después de su partida -toda mina extermina-. Con el paso del tiempo me he dado cuenta que hasta el más insufrible dolor deja de ser lo que era... qué

Las prefiero con lentes

¿Que por qué me gustan las mujeres con lentes? Pues no lo sé... sólo sé que, aunque una chica me parezca guapísima, me parecerá más guapa aun si la veo con lentes. Depende también del tipo de lentes -porque hay unos que no tienen nada que ver con nada- y del tipo de mujer -porque a algunitas ni los lentes más perfectos les salvan-; en resumen, las mujeres con lentes atrapan mi mirada, y suele pasar que no las puedo dejar de mirar. Después del caso de la parada de bus aquella vez, me sentí inmortal, bien y mal. Cuando vuelvo a verla con lentes pierdo y gano algo, pero me quedo igual, sin un “que te vaya bien” ni un beso ni nada, y seguimos nuestro camino como lo que somos, como dos extraños, aunque yo pueda dibujar su cara de memoria en la oscuridad, siempre con lentes... Yo la prefiero con lentes. Ella me prefiere lejos.

¿El mejor deportista de todos los tiempos?

¿Quién es el más grande de todos los tiempos? Por primera vez en la historia de la humanidad, una persona se portará objetiva para una elección tan importante como esta. Y esa persona seré yo. Esto no es cuestión de favoritos, es cuestión de datos reales. Si fuera por favoritos, en el podio estarían tipos como el Diego, Jean Alesí y Goran Ivanišević o Schumacher, Lou Bizarro y Ben Johnson o el Macho Man, Platiní y Rolando Vera. Tampoco será una elección basada en los conceptos típicos de deportividad o algo así, como lo que decía esa frase con la que empezaba un programa de hace años en la Nueva Emisora Central: “Deportista es aquel que no solamente ha vigorizado sus músculos y desarrollado su resistencia por el ejercicio de algún gran deporte, sino que, en la práctica de ese ejercicio, ha aprendido a reprimir la cólera, a ser tolerante con su compañero, a no aprovecharse de una vil ventaja, a sentir profundamente como una deshonra la mera sospecha de una trampa y a llevar con alt

Vos sos Dios... vos sos lo más

No importa cómo, no importa cuándo... Charly García es Charly García y sólo él es Charly García. Así esté vestido impecablemente, con los ojos pintados, revolcándose ebrio, lanzándose desde el noveno piso a la piscina, destrozando los amplificadores, demoliendo hoteles, casi inmóvil frente al piano, pateando fans o recibiendo un Grammy, tiene tanto para dar con esa genialidad que le desborda, que me obliga a preguntarme hasta dónde podrá llegar... hasta dónde la podra aguantar el mismo García. Fui a su concierto el sábado (21 de noviembre de 2009, en el coliseo General Rumñahui de Quito). Es la tercera vez que lo veo ahí, en el escenario, repitiéndome las cosas que me ha dicho toda la vida desde sus discos. Es algo que había dado por perdido... No esperaba volver a verlo, al menos no aquí. Pensaba que talvez en algún hipotético -y poco probable- viaje a la Argentina podría verlo tocar otra vez en algún bar, en alguna disco, en una plaza... en cualquier lado... Ahora, con la emoción cer