Esto no tiene nada que ver con que hayamos perdido la Sudamericana con los malditos de la U de Chile, así como tampoco tiene que ver con que le hayamos ganado otras finales a Fluminense (Libertadores y Sudamericana), Inter de Porto Alegre (Recopa), Estudiantes (Recopa) o con que hayamos perdido esa otra final en Tokio con el Manchester United (Mundial de Clubes). Pudimos haberle ganado a la selección ideal de la historia del fútbol mundial o haber perdido con el Deportivo Tapita en casa. Nada cambia, el sentimiento no cambia y a veces es suficiente para sobrevivir.
No voy mucho a la cancha (la última vez perdimos con Vélez), y cuando voy sufro terriblemente, así como sufro cuando los veo por televisión (no como nos ven los otros)... Me acuerdo los penales del 2008, o la vuelta en el Maracaná del 2009... un poco más y me da un paro cardíaco. Se sufre porque, aunque somos mejores que cualquiera de acá, somos capaces de perder con los más inválidos -como ha quedado demostrado más de una vez-. Pero eso tampoco importa. Prefiero quedarme con ganas de levantar la copa con esta camiseta que ponerme alguno de esos uniformes de gente que definitivamente no entiende de qué se trata el fútbol. El fútbol es mucho más que un montón de tipos corriendo detrás de una pelota, o una gana incontenible de ganar (ganarnos); es jugar aunque se sea malo y querer la camiseta.
Cuando todo se acabe, cuando llegue la muerte o cuando se acabe el amor, la camiseta seguirá aquí. El equipo nunca traiciona, nunca falla aunque pierda aparatosamente, nunca deja de ocupar su lugar... Creo que debería empezar a pensar en un tatuaje conmemorativo...
No voy mucho a la cancha (la última vez perdimos con Vélez), y cuando voy sufro terriblemente, así como sufro cuando los veo por televisión (no como nos ven los otros)... Me acuerdo los penales del 2008, o la vuelta en el Maracaná del 2009... un poco más y me da un paro cardíaco. Se sufre porque, aunque somos mejores que cualquiera de acá, somos capaces de perder con los más inválidos -como ha quedado demostrado más de una vez-. Pero eso tampoco importa. Prefiero quedarme con ganas de levantar la copa con esta camiseta que ponerme alguno de esos uniformes de gente que definitivamente no entiende de qué se trata el fútbol. El fútbol es mucho más que un montón de tipos corriendo detrás de una pelota, o una gana incontenible de ganar (ganarnos); es jugar aunque se sea malo y querer la camiseta.
Cuando todo se acabe, cuando llegue la muerte o cuando se acabe el amor, la camiseta seguirá aquí. El equipo nunca traiciona, nunca falla aunque pierda aparatosamente, nunca deja de ocupar su lugar... Creo que debería empezar a pensar en un tatuaje conmemorativo...
ohhh!! ¿Cómo que los malditos de la Universidad de Chile?? ¿En qué quedamos? ¿no éramos amigos tú y yo? :P
ResponderBorrarJajaja es broma... sabes que no me importa, igual somos amigos.
No había visto que habías posteado! Qué bueno, no dejes morir tu blog!! porfisss!!
El blog está luchando por no morir... Aprovechando que tengo un par de tonteras que decir, subo el siguiente post... Ya veremos cuánto más puede vivir.
ResponderBorrarLo de malditos era solo por los jugadores de la U de Chile...
jajaja sí sé... :*
ResponderBorrarPero no lo dejes morir!!!