Ir al contenido principal

Me necesito enamorar

Es fácil... es muy fácil. Saber lo que uno quiere simplifica las cosas para todos... Para todos excepto para mí.

Aclarémoslo... Aceptémoslo... ¿Dónde diablos voy a conseguir lo que quiero? Hoy, más que nunca, tengo claros los detalles, las formas, los comportamientos, el todo... El todo de la mujer que ha de ayudarme a regir mi vida de hoy en adelante. Y por eso, por el conocimiento que tengo de lo que quisiera que fuera mi futuro, sé que me lo arruiné para siempre, porque ¿de dónde diablos voy a sacar una mujer así? ¿Existe, acaso, lo que para mí es la perfección? ¿Qué demonios me pasa?

Unos pocos puntos que la definen, ayudan también a definir mi grado de estupidez:

Primero, lo que El Tipo y yo fuimos descubriendo con el pasar de los años, con el pasar de las mujeres que desfilaban frente a nuestros ojos, tan lejanas, tan de pasarela europea y televisiva, tan de rompecorazones teledirijidos: flaca, alta, blanca, narizona, pelo negro, largo, lacio, ojos negros... Y LENTES... LENTES... Hasta ahí, todo bien, se puede encontrar una chica así en cualquier Camal-Aeropuerto que nos lleve al cielo. Luego empieza a llegar lo complicado...

Debe estar familiarizada con la cerveza. No debe cerrarse a las cosas nuevas. Debe hablar italiano, francés e inglés -al menos (y talvez dominar el portugués)- para que me pueda traducir los temas de Jacques Brel, Edith Piaf, Marco Masini, Vasco Rossi y demás, y para que pueda entender algunas de mis canciones obligadas para sobrevivir. Debe tener una voz dulce y entonada para que me pueda cantar al oido canciones de los artistas antes descritos. Debe haber visto películas que desconozco, escuchado música que ignoro y leído lo que ni me imagino que existe, para que me sirva de cable a tierra con la realidad... para que me ayude a no quedar estancado en lo mismo de siempre. Debe besar como nadie. Debe saber tocar un instrumento -guitarra o piano, de preferencia- y debe tener el impulso de escribir canciones para terminar de conquistarme. No debe tener miedo -ni impedimento- de salir a cualquier hora de su casa para llevarme en un viaje maravilloso a una especie de dimensión desconocida que conozco bien pero que cada vez es diferente... que cada vez es mejor. Debe tener muchos lunares... y debe gustarle que los recorra... Debe usar la ropa más estrafalaria que el buen gusto permita. No debe importarle si nos toman una foto mientras reposo sobre sus piernas en una banca de piedra. Debe disfrutar como loca en los conciertos a los que va conmigo. ¿Ya dije algo sobre los lentes? ¿Sí? Pues bueno, sus lentes deben tener un marco relativamente grueso y deben ser lo suficientemente grandes para enmarcar perfectamente sus ojos inmensos, sin taparlos... Debe saber pelear conmigo. No debe tener reparos de dormir entre mis brazos. Debe inspirarme. Debe ser inspirada por mí. Su cuerpo debe encajar perfectamente con el mío. No debe gustar de los paraguas para que la lluvia la moje para mí. Debe llegar matando a todos, causando cataclismos universales en mí, ganándome todas las estúpidas guerras que peleo, y plantar su bandera sobre los cadáveres de mis ejércitos derrotados. Debe usar el messenger. No debe quitar la mano cuando se la tomo mientras ella sostiene una taza de té caliente sobre la mesa del comedor de mi casa. Debe ser lanzada para que yo entienda y reaccione ante sus intenciones -porque yo no soy precisamente el tipo de las iniciativas amorosas-. Debe dar besos con tabaco. No debe quedarse esperando mis llamadas -al menos no siempre-. Debe compartir conmigo. Debe tener paciencia. Debe tener un pasado, como todo el mundo, pero no debe tener ataduras que le impidan venirse conmigo. Debe tener una piel suave y con ganas de mi piel. Debe ser capaz de hacer esas cosas que rondan mi mente y que no soy capaz de escribir. Debe perdonarme por todo lo que me olvido de escribir cuando estoy ebrio...

Pero, sobre todo, se debe morir por mí... tanto como yo pueda llegar a morirme por ella.

Como quiera que sea, ya no me debo volver a enamorar de las mismas mujeres de siempre, aunque ahora aparezcan como la única opción posible y desesperada para mi salvación.

Y así es como me necesito enamorar, aunque mi enamoramiento actual recaiga sobre una canción y sobre mi iPod. O talvez por eso mismo...

Al menos esto es lo que me atrevo a decir... por el momento...

PD: Cuando se me vayan ocurriendo o vaya recordando o descubriendo más rasgos distintivos de la mujer de la que me he de enamorar, los iré aumentado en los comentarios a la entrada...

Comentarios

  1. míercoles qué complicado!! yo sé que me queiro enamorar pero jamás con tanto detalle y siempre pense uqe no encontraba lo que quería justamente por eso porque no lo sabía. pero ahora te leo y sé que quizas saberlo concerteza tampoco ayuda

    ResponderBorrar
  2. Te aseguro que no es nada fácil. Ahora sólo me queda salir a las calles a romperme el alma mientras rebusco en la sombra de cada chica, tratando de encontrar a la mujer que no existe.

    Estoy exagerando. Sé que no saldré a buscar nada. Iré de un lado a otro y me perderé varias veces mientras espero que ella me encuentre... aunque ella no exista...

    ResponderBorrar
  3. Releo el post y me asusto porque esta descripción encaja en algunas cosas con las características de una chica con la que salía hace un tiempo. ¿Será que era ella la que me pudo haber salvado?

    No lo sé, aunque sí sé que me pudo haber costado la vida... A decir verdad, estuvo cerca de hacerlo... La cosa es que la chica que me debe enamorar debe parecerse un poco a ella... lo que son las coincidencias...

    ResponderBorrar
  4. Gatuno,

    Yo creo que en alguna parte del mundo existe esa mujer para ti, tiene que existir. No será fácil encontrarla, pero seguro que está por ahí Gatuno. Si sigues siendo como eres, en alguna parte la encontrarás. Así como tú sabes lo que buscas, seguro que ella sabe o sabrá en algún momento que quiere alguien como tú. No te pasa nada raro, es súper bueno tener
    claro qué tipo de mujer quieres, saber qué te haría feliz. Tienes que pensar también si algo de este listado es tranzable o no...

    Ay Gatuno

    Qué puedo decirte... me encantaría ser esa mujer de tus sueños... pero, no tengo lentes, ni son (tan) alta ni flaca ni blanca... narizona? no sé, ¿qué dices tú? sí tengo el pelo negro, largo y lacio, y mis ojitos son negros... pero no uso lentes... buuuu buuuu jajaja...
    Sí estoy familiarizada con la cerveza y no me cierro a cosas nuevas. Parlo italiano and english, pero no francés (aunque de adolescente quise aprender -pero no lo hice-) así que algunas canciones podría traducirte al oído y darte a conocer algunos grupos que no conozcas... me encantaría que me cantaras tú al oído también. Puedo tener la voz dulce o una voz de los mil demonios, igual que mi carácter, dulce o demonio, como prefieras... Y me encanta cantar... Sí he leído cosas raras, pero creo que en eso me ganas. Leo más que nada cosas científicas, aunque me gustaría poder leer más literatura normal. ¿Pelis? Un tiempo también veía más pelis, ahora casi no veo :( Maldito tiempo... me gustaba mucho ir a ver cinearte en Chile... ahora acá en Vigo no hay mucha oferta, y casi todo doblado para colmo de males.
    No sé tocar instrumentos buuuuuu Alguna vez "toqué" guitarra, intenté aprender, incluso tuve una guitarra... pero lo dejé... y también tocaba la flauta... pero ya no hago nada musical más que cantar en los karaokes y mientras camino. No tengo el impulso de escribir canciones... nunca se me había pasado por la cabeza de hecho escribir una canción... sí me disfruto con una linda canción, con alguna que te llegue, que te hagan pensar :)) Pero nunca se me pasó por la cabeza escribir alguna... qué cosas... alguna vez escribí algún poema... pero de eso tanto tiempo atrás... era una chiquilla...
    No sé si beso como nadie... pero me encanta hacerlo y soy de mucho besar... de dar mucho besos... y de que me den muchos...
    Tengo algunos lunares... si quieres me pinto más.... jajaja... y sí, claro que me encantaría que me los recorrieras...
    La ropa... la ropa... quién sabe si te gustaría como visto... Un tiempo vestía mucho más estrafalaria y más hippie quizás, pero ahora ya tengo que comportarme como una persona más o menos seria y no me visto tanto como me gustaría...
    No me importaría si nos toman una o mil fotos... Yo estaría feliz... qué nos tenga envidia el mundo. jajaja
    Compartimos la misma pasión por los conciertos, y me gusta mucho eso de ti. ¿Ya te dije que no uso lentes verdad?
    Quién sabe si sabríamos pelear, pero me pareció interesante lo que me comentaste al respecto. Quizás... quién sabe.
    Ufff... qué daría por dormir entre tus brazos... Creo que nuestros cuerpos sí encajan a la perfección...
    No sé si te inspiro... me inspiras algunas cosas... ya lo sabes... me trastornas otras... lo que me inspira de ti son tu pasión por la música y lo que puedes enseñarme de grupos y tipos de música que desconozco, tu pasión por la lectura y las pelis... eso me inspira mucho. Y me encanta de ti... Me encanta como escribes. Despiertas en mí sentimientos raros... que hacen que te escriba así...
    Me gusta caminar bajo la lluvia...
    No sé si llego matando, pero sí siento que causo un cierto impacto sobre los hombres... me encantaría causarte millones de cataclismos...
    Messenger... of course...
    Sí claro que puedo tomar la iniciativa, lo he hecho, y contigo la tomaría sin lugar a dudas.
    No beso con tabaco... ni me gustan los besos con (mucho) tabaco. Tolero muy poco tabaco -por no decir nada- en una pareja...
    Tengo un pasado, tengo paciencia, pero creo que tengo ataduras que me impiden escapar a tus brazos, al menos ahora.
    Tengo una piel suave que muere por tu piel.
    Sé que soy capaz de hacer todas esas cosas que rondan en tu mente miauuuu

    Sin emabargo Gatuno, creo que no me moriría por ti. Me encantaría enamorarme de ti y que te enamoraras de mí, pero sé que no pasará. Quizás por tu visión del amor maldito, o quizás porque en el fondo del corazón sé que no soy la mujer para ti ni tú eres el hombre para mí.

    ResponderBorrar
  5. Gatuna

    Hoy ha sido un día raro, largo, con preocupaciones, las cosas no salieron como me hubiera gustado. Llega la noche y, antes de ir a la cama, releo tu comentario... se me dibuja una sonrisa en la cara.

    Francamente no sé cómo responder a cosas tan bonitas, a ese desglose que, mentalmente, lo he hecho con muchas chicas desde que escribí el post, pero esta vez no lo hago yo, sino que tú lo haces para mí. Me siento completamente halagado por la franqueza, por los guiños escondidos, por los deseos de lo que podría ser.

    Graciaaaaaaaaaaaaaaas...

    ResponderBorrar
  6. Yo quiero un hombre que quiera lo que tu quieres, y que, a pesar de que yo no lo tenga todo, aún me tenga ganas... muchas ganas, mismas ganas que harán que, a pesar de que yo no sienta lo mismo, lo quiera de una forma que él no entenderá por estar pensando que no lo quiero.
    .
    .
    .
    Bueno, a veces.

    ResponderBorrar
  7. De nada Gatito lindo, de verdad lo siento y me gustó escribirlo. Y si te hace sonreir y calma tus preocupaciones, me hace muy feliz.

    ResponderBorrar
  8. Oh, Mujer, Mujer...

    Me haces dar cuenta de cosas que no habían pasado por mi cabeza. Aunque tengo muy claro lo que quiero, sé que no lo obtendré todo, sé que nadie lo tiene todo. Sé que terminaré muriéndome por una chica -o más de una- que no sea exactamente el reflejo de lo que pongo en mi post, y estará bien, más que bien. Sé que a veces imaginaré cómo sería si ella tuviera lo que le falta para alcanzar mi ideal, pero eso no me quitará la dicha y la felicidad absoluta de estar enamorado de ella.

    El amor es así, capaz de cambiar lo que creías inamovible y capaz de ponerte una venda tan gruesa en los ojos que no podrás darte cuenta de nada.

    Yo quiero una mujer que quiera lo que tú quieres y que me quiera de una forma que no pueda entender porque pensaré que no me quiere.

    Bueno, sí, a veces...

    ResponderBorrar
  9. ¿Y por qué una mujer así querría estar con alguien como tú?

    ResponderBorrar
  10. Ay amigo Derrelicto, esto del juego de enamorarse, es tan delicioso como doloroso...

    Creo que no nacimos para jugar bien a esto!!!, no importa si nos guiamos por nuestros "estandares" en tipo de mujer, alta y narizona, modelo compacto, flaca, pelo corto, eso si negro... de ojos hermosos y brillantes... o por cualquier otro tipo de mujer que nos sonría

    Igual tarde o temprano nuestro corazón se romperá una vez más, bueno como te dije una vez más será razón para unas deliciosas y nutritivas bielas...

    Un Angel me vino a buscar... No se si lo voy a seguir...

    Salud!!!

    ResponderBorrar
  11. Amigo Buhete... el juego de enamorarse... Como dice Andrés: Vivir así no es vivir, esperando y esperando, porque vivir es jugar y yo quiero seguir jugando...

    Tienes mucha razón en eso de "o por cualquier otro tipo de mujer que nos sonría", porque el enamoramiento no es eterno, no es amor... es sólo eso, sentirse completo con una persona -esa persona-, con la mirada de una extraña, con una canción, con un beso...

    Ya que de corazones rotos sabemos bastante, creo que cada vez más nos acercamos al momento de tomar nuestra necesaria reforzacorazonilina forte, inyectarnos un poco de antisufridol compuesto o el típico anestésico corazonil... o de una las bielas, que son mejor medicina que cualquier otra...

    Salud por ellas... por que la distancia haga lo que tiene que hacer... por que la cercanía haga lo que tiene que hacer... Brindo por las mujeres que derrochan simpatía...

    ResponderBorrar
  12. Ahora, de la nada, se me acaba de ocurrir que debe tener ojos azules... o talvez no es de la nada que se me ocurrió...

    ResponderBorrar
  13. Qué suerte paractal tipaza que no te conozca

    ResponderBorrar
  14. Cuál es tu tipo de woman del callao, la que se para en la mariscal y antes se llamaba Darwind??

    ResponderBorrar
  15. Síp, suerte que ni me conozca ni exista, amigo Darwind...

    ResponderBorrar
  16. hola me gusto tu blog lo encontre mientras buscaba a calamaro y una cancion que me gusta demasiado "En algún lugar te encontraré" y encontré la version slow .. y bueno sobre la mujer de tus sueños es por cierto una descripción de por sí inspiradoras ;) espero la encuentres yo busco mi angel

    ResponderBorrar
  17. Algún lugar encontraré es uno de esos temas que provocan morirse algunas veces... siempre es bueno encontrar a alguien a quien le guste la música que a uno le hace emocionar. Entré a tu blog, amiga Yui, y me gustó, aunque es muy tarde en la noche como para profundizar todo lo que quisiera. Ya volveré por ahí para encontrar recomendaciones de lectura, de música... de vida, que, a veces, es lo único que uno necesita...

    A la mujer de mis sueños ya la conozco, pero no debo mirar más en esa dirección, porque hoy me parece que ella no entiende nada de lo que a mí me gusta... porque ella se niega a lo que es la perfección de vida que yo hubiera buscado hace un tiempo. Hay algo en mí que todavía la ama aunque su vida sea el camino más opuesto a lo que busco, a lo que me gusta... pero, por suerte, el amor -o ese amor- no es todo en la vida. Me costó mucho renunciar y ahora estoy en un lugar desde donde todo se ve tan claro que me asusta. De vez en cuando la pienso y sé que ella me sueña cuando me descuido... La vida es así ¿o no? Por eso me gusta tanto estar vivo, maldita sea...

    Esta noche me llevo a otra mujer a mis sueños, a otros ojos, a una voz nueva que no escuché todo lo que quisiera, a unos lunares en el brazo que acabo de conocer... a alguien que me dio más que otras mientras sonaban canciones que no quiero olvidar... A alguien que desaparecerá dentro de poco.

    Maldita sea...

    No esperes ningún ángel porque ellos están ocupados en salvar a quienes lo necesitan, y tú no me suenas como alguien que necesite ese tipo de salvación.

    ResponderBorrar
  18. Me encanta este post. ¿Lo has vuelto a leer y analizar ahora?

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Escriban, que yo no dejé a nadie...

Entradas más populares de este blog

Las enfermeras de la vida real no son como las del Show de Porcel

Ya ha pasado un año... Mi última visita a un hospital (espero que sea realmente la última) fue una mezcolanza de experiencias: el dolor insoportable, las ventajas de faltar a la oficina varios días, la incomodidad de las intravenosas... y las enfermeras... Sobre el dolor podría hacer un ensayo entero. Bastará con decir que, por esos días, cargaba el terrible peso de un corazón recientemente roto, esa sombra que a uno lo persigue a todos lados, le roba la sonrisa y se antepone a cualquier sensación o sentimiento. Pero, como dijo sabiamente mi Padawan, no hay dolor del corazón que se compare al de una rodilla rota o, en mi caso, al de un intestino rebelde. De la oficina y las intravenosas tal vez hable algún otro rato, pero de las enfermeras... Cierto es que el dolor y las drogas me sacaron de la realidad, pero también es cierto que no había nada más real que esas enfermeras. Mujeres contundentes y forradas de blanco, hacían su trabajo como quien lo ha venido haciendo por siglos. Sus ca

Lunático

Las cosas salen de los lugares menos pensados... El otro día me fui a ver La tourneuse de pages y conocí a Déborah François , la protagonista, hermosa mujer dueña de una belleza perturbadora, pese a no ser el tipo de mujer que me gusta -o talvez por eso-, y dueña también de un par de lunares en el cuello. De la película mejor no hablar, así que de una me dedico a lo que salió de la caja de Pandora que se abrió con los lunares. Fue algo totalmente imprevisto, un disparador escondido en lo recóndito del inconsciente, en la parte prohibida de la memoria... Prohibida porque es el camino directo a la bodega donde se guarda lo que no se debería volver a ver. Estoy exagerando... me gusta recordar algunas de estas cosas que alguna vez fueron letales y premeditadas minas antipersonales que dejaron enterradas ciertas chicas para volarme en pedazos después de su partida -toda mina extermina-. Con el paso del tiempo me he dado cuenta que hasta el más insufrible dolor deja de ser lo que era... qué

Las prefiero con lentes

¿Que por qué me gustan las mujeres con lentes? Pues no lo sé... sólo sé que, aunque una chica me parezca guapísima, me parecerá más guapa aun si la veo con lentes. Depende también del tipo de lentes -porque hay unos que no tienen nada que ver con nada- y del tipo de mujer -porque a algunitas ni los lentes más perfectos les salvan-; en resumen, las mujeres con lentes atrapan mi mirada, y suele pasar que no las puedo dejar de mirar. Después del caso de la parada de bus aquella vez, me sentí inmortal, bien y mal. Cuando vuelvo a verla con lentes pierdo y gano algo, pero me quedo igual, sin un “que te vaya bien” ni un beso ni nada, y seguimos nuestro camino como lo que somos, como dos extraños, aunque yo pueda dibujar su cara de memoria en la oscuridad, siempre con lentes... Yo la prefiero con lentes. Ella me prefiere lejos.

¿El mejor deportista de todos los tiempos?

¿Quién es el más grande de todos los tiempos? Por primera vez en la historia de la humanidad, una persona se portará objetiva para una elección tan importante como esta. Y esa persona seré yo. Esto no es cuestión de favoritos, es cuestión de datos reales. Si fuera por favoritos, en el podio estarían tipos como el Diego, Jean Alesí y Goran Ivanišević o Schumacher, Lou Bizarro y Ben Johnson o el Macho Man, Platiní y Rolando Vera. Tampoco será una elección basada en los conceptos típicos de deportividad o algo así, como lo que decía esa frase con la que empezaba un programa de hace años en la Nueva Emisora Central: “Deportista es aquel que no solamente ha vigorizado sus músculos y desarrollado su resistencia por el ejercicio de algún gran deporte, sino que, en la práctica de ese ejercicio, ha aprendido a reprimir la cólera, a ser tolerante con su compañero, a no aprovecharse de una vil ventaja, a sentir profundamente como una deshonra la mera sospecha de una trampa y a llevar con alt

Vos sos Dios... vos sos lo más

No importa cómo, no importa cuándo... Charly García es Charly García y sólo él es Charly García. Así esté vestido impecablemente, con los ojos pintados, revolcándose ebrio, lanzándose desde el noveno piso a la piscina, destrozando los amplificadores, demoliendo hoteles, casi inmóvil frente al piano, pateando fans o recibiendo un Grammy, tiene tanto para dar con esa genialidad que le desborda, que me obliga a preguntarme hasta dónde podrá llegar... hasta dónde la podra aguantar el mismo García. Fui a su concierto el sábado (21 de noviembre de 2009, en el coliseo General Rumñahui de Quito). Es la tercera vez que lo veo ahí, en el escenario, repitiéndome las cosas que me ha dicho toda la vida desde sus discos. Es algo que había dado por perdido... No esperaba volver a verlo, al menos no aquí. Pensaba que talvez en algún hipotético -y poco probable- viaje a la Argentina podría verlo tocar otra vez en algún bar, en alguna disco, en una plaza... en cualquier lado... Ahora, con la emoción cer