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Quiero vivir para repetir otra vez este momento

(Concierto de Andrés Calamaro en Quito, Ecuador, parte de la gira La Lengua Popular, jueves 23 de octubre de 2008, Coliseo General Rumiñahui, 20h00)
La vida está hecha de canciones, de estas canciones que escuché, canté, grité, salté y lloré en el concierto. Mucha gente no entiende por qué me comporto así en los conciertos. Destrucción total, vida total. Y uno se deja llevar, pero también está todo el tiempo con la cabeza a mil, dando vueltas, purificándose, perdonándose, sintiendo la epifanía, sacando cada lágrima, cada culpa, cada arrepentimiento, cada corazón roto, cada enamoramiento, cada venganza, cada plegaria, cada súplica, cada pena, cada maldición... y cada palabra que canto desde el corazón me ayuda a seguir vivo, me ayuda a perdonarme de algunas cosas, a aceptar otras, a darme cuenta de muchas otras, a dejar pasar... y, a veces, aunque sea sólo a veces, a olvidar un poquito. Quiero arreglar todo lo que hice mal, todo lo que escondí hasta de mí... Las primeras palabras, acapella, después de que la banda se instaló en el escenario como esos grupos amateurs que tocan en cualquier kermés de colegio, sin entradas espectaculares ni nada innecesario. Subieron todos juntos, conectaron sus guitarras y cantaron. Pero esto no empezó aquí... Los conciertos empiezan mucho antes, sobre todo éste, con toda la anticipación del caso, los rumores, las entrevistas y la confirmación en la web oficial, el cambio de fecha, la salida de las entradas a la venta, la compra de mi entrada -mucha gente se sentía orgullosa de haber conseguido entradas más baratas el mismo día, afuera del coliseo... yo me siento orgulloso de haber ido a comprarla mucho tiempo antes y haberla tenido en el cajón de mi velador, tan expectante como yo-. Y después, la cola. Cuatro de la tarde y ya había los fans, los tipos de blanco que coreaban el repertorio calamaresco desde antes que yo llegara; después las risas, el red bull, las cervezas que me invitaron Carolina y el Dark, a quines conocí ahí, la gente que hice que se colara (Hermosísima, la Diana, el Pancho, todos con sus amigos), la entrada, la espera guardando puestos, las luces que se apagan y explotar...
Ya con todo a mil, como presagiando lo que vendría, grité con todo el mundo Dame, dame, dame un poco de tu amor, yo a cambio te ofrezco una montaña de horror y sentí que se me salían el brazo y el cuello... Talvez ya no estoy para entregarme tanto en los conciertos, pero no importa, lo seguiré haciendo mientras valga la pena. Andrés no da respiro y empieza de una, antes que los aplausos terminen, a recordar a sus amigos que se han ido... y cuántos son... A Calamaro se le mueren los amigos. Aunque a mí esos dolores no me han llegado, también bajo al infierno un poco... al infierno un poco... gracias a ellas. Sudor, excitación, calor y Andrés que pisa el acelerador a fondo, y que viva la cumbia villera. Inevitable recordar, yo te voy a recordar todos los días, aunque a mí, como a todos, se me olvida... Al final del concierto tendría ganas de encontrarla y volvería por todas partes para encontrarte y preguntarte si me das otra oportunidad, aunque ella no quiera realmente verme. Pero no te olvides que algo va a quedar adentro tuyo siempre, algo que yo te dejé alguna vez... y tú a mí... Maldición, para ser justo con la canción, debería transcribir toda la letra... Y se cumplió, se cumplió, se cumplió... han sido días raros, llenos, confusos, y se cumplió, hay días como éstos, hay días para quedarse a mirar, hay días en que hay poco para ver, hay días sospechosamente light... hay un deseo que pido siempre que pasa un tren. Y el deseo se cumplió, y otros deseos se siguen cumpliendo, aunque ya no muerdo el limón de un gin tonic usado en tu cadera ¿o sí?
Anticipé una despedida fría que se vendrá pronto, sin decir una palabra, casi sin decirnos nada, sin mirarnos a los ojos... Yo me pregunto por qué me tuvo que pasar a mí. Y eso que todo era perfecto, fue perfecto por tan poco tiempo y estoy cansándome de esperar... y sé que es en vano brindar esta noche por nosotros dos. Qué quinceañero soy a veces, pero bueno, de eso se trata todo, digo para convencerme, sin saber realmente si necesito convencerme de algo así. Destino, casualidad, escrito en el Libro de la vida... Yo creo en el azar, la más poderosa fuerza del universo (talvez manejada por Predestinator, quién sabe). Ahí, justo ahí, esa voz tan conocida, tan familiar que cantaba en los discos me empezó a hablar, me empezó a empujar y me sugirió -casi que me ordenó- que habrá que desenvainar las espadas del texto y escribir una canción aunque no haya algún pretexto y dedicársela al primero que pase caminando. Yo fui el primero que pasó caminando y Andrés me cantó a mí, y lo que quise hacer fue brindar al escribir, escribir al brindar, y cantar y cantar, pero brindar por lo imposible, a su salud, al olvido selectivo, a la memoria perdida, a los pedazos de vida que no vamos a perder jamás. Pero tristeza nao teim fim... Ya era hora de gritarte, mujer, que no entendí muchas cosas, ni ese adiós ni ese espacio en blanco que me escribiste a la mañana en el messenger. Sólo me queda pedirte que no corras si te llamo de repente, no te vayas si te digo piérdete y advertirte que se aferra el corazón a lo perdido... si lo sabrás tú, si lo sabré yo... No te olvides que nunca jamás quiere decir talvez. Con todas estas vueltas, estoy tratando de decirte que me desespero de esperarte, que no salgo a buscarte porque sé que corro el riesgo de encontrarte. Y si no te das cuenta, qué más puedo hacer... sólo derramar otra lágrima como en el concierto.
¿Se acuerdan del pesonaje de condensación del que hablaba en la crónica de algún otro concierto? Qué mejor canción para revivirlo que el siguiente golpe de Andrés y la banda. Se me vinieron ellas a la mente, demente, algunas sí, algunas no, algunas me duelen y otras no, otras me quieren todavía, algunas me quieren y me odian a la vez. Y a vos te grito que alguna vez te quise demasiado y te miento cuando digo que sigo colgado de la que me colgó la última vez, que no será la última. A la salida del concierto voy a tomar una biela y otra y otra más, y ahí me dicen los más viejos del bar: primero hay que aprender a olvidar. No sé si habrás podido por los dos, porque yo... Y pensar que ésta era una de las que no hubiera pueso en el repertorio... debe ser porque quería evitar el dolor, y eso que sabemos que soy masoquista como pocos. Una banda de rocanrol verdadera puede hacer de todo, incluso imitar y mejorar el sonido del sampleado de la versión original, mientras yo me regreso a ti y, a estas alturas, para qué esconderte la verdad... tengo cada insensatez y me puedo equivocar, pero no me equivoque, contigo. Tengo abierto el minibar y cerrado el corazón, y sólo late, sólo late por los dos... Y así suene muy poco sutil, de tu cuadril no me olvido nunca más... Cómo olvidarme...
Recuerdos... Los conciertos me llenan de presente y pasado, de esas palabras que vienen a mi memoria mientras salto como un loco, listo para atacarlos, para atacarlas, y te contaré todo esto y, como siempre te vas a reír de algo ganso que te diga yo y te vas a dormir abrazándote siempre a mí. Qué más quisiera... si esa luna llena o casi llena que entraba por la ventana de cortinas abiertas sigue volviéndome loco. Lo bueno es que es la luna, no lo demás. Otra vez, Andrés, hablándome, pidiéndonos a todos, en un bello asalto, que levantemos las manos. Llévatelo todo que ya nos has dado tanto... sobre todo a mí. Así que les aplaudo, la banda toca rocanrol y yo enloquezco, aplaudo, grito... El tipo a mi lado, con sus hijas pequeñas, no entiende nada, no sabe por qué me pongo así. Es el rocanrol, el mejor rocanrol, y así Candy Caramelo, el Niño Bruno, Diego García, Julián Kanevsky, Geny Galo y Tito Dávila (perdón si olvido a alguien, perdón si aumento a alguien) nos regalaron lo mejor que saben hacer. Ya estaba a mil, respondiendo a cada incentivo del Comandante, cuado empezó, a ritmo de Spinetta acelerado, a obligarme a una confensión: me gusta ese tajo que ayer conocí, ella me calienta, la quiero invitar a dormir... dando y dando, si me invitó, la invito también... En ese punto de aceleración, Candy Caramelo y Andrés comandaron con voces a dúo para mentirme -lo puedo asegurar después del incidente aquel en que el rey del rock quiso matarme acudiendo en espíritu a mi casa- con eso de que Elvis es un buen tío y que en Memphis lo saben todos, pero es gente muy discreta y no dice nada... será mejor así... Aceleración total, locura, me sentía cerca de ir a acompañar a Elvis...
Y llegó el momento del funk y seguí recapacitando, descubriéndome, dándome cuenta que tengo adentro del pecho un sólo presentimiento, como de haberme tragado una bolsa de cemento... Entre esos acordes y el baile, los solos de guitarra y los gritos me sentí como un objeto, alguien me puso en venta ¿quién puso algo en mi vaso? el que hable, que mienta. Pero todo cambió cuando empecé a gritarte a lo lejos, a lo no tan lejos, lo más sinceramente que puedo -sobre todo después del concierto- que me gusta desarmarme arriba tuyo, me gusta demasiado ensuciarte, besar tu flor inmediata, besarte atrás y adelante... Me gusta tanto que me encante, que quiero hasta la locura desarmarme en el vaivén de tu cintura y remar sobre tu espalda y naufragarte. No te olvides de lo que te digo, no te hagas la sorda, porque sé que entiendes por qué Calamaro mezcló el final con el tema de otro de esos genios, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren... Después de eso Andrés se superó a sí mismo. Recuerdo haber escuchado esta canción en la versión en vivo de Murcia en el 99, espectacular, mortal, brutal... pero nada se compara con haberla escuchado en persona, con los músicos rompiéndose por hacer algo sin igual, mientras yo me rompía en las gradas, preguntándome quién escribirá la historia de lo que pudo haber sido... con quién estarás ahora, quién te irá a dar de comer... quién está prearado para ser un chico abandonado... Pero bueno, sólo te puedo decir que ahora que pusiste el freno espero que encuentres algo bueno que morder... Y te grito que no entendí si ibas a ser libre o esclava, no entendí si fui tu dueño o un borracho que pasaba. Total, lo importante es que nunca pude hacerte sentir mal, creo... Como para rememorar el sueño despierto, viene el mix y, aunque no le he disparado a nadie todavía, every time I plant a seed he said "Kill it before it grows".
Y así, a la mañana siguiente diré que es tarde, se hizo de día, menos mal que está nublado. Pero bueno, quiero dormir y soñar con ella... no quiero que se termine, no quiero que me abandones. Andrés... ¿cómo te vas a saltar la mejor estrofa? Justo cuando quería gritarle que me olvidé de avisar, no te voy a llamar ni una sola vez en cuatro días, o sino, mujer, voy a hacer cualquier cosa que me digas... Y terminé, sin querer, aceptado que de cualquier maya sale un ratón. Perfecto momento para pasarnos al tango. Si bien las tangueadas calamarescas tienen sus detractores, canté -otra vez, ante la total desubicación del tipo a mi lado y de su familia- como un argentino de 70 años, lleno de amores de años pasados y no tan pasados, y no tan años, esperando el encuentro, tu mirada, mi secreto, nuestro olvido. ¿Saben qué? Como Edith Piaff, no me arrepiento de nada porque es inmoral sentirse mal por haber querido tanto, debería estar prohibido haber vivido y no haber amado... En la yema de los dedos tengo el tacto de los días, tengo el tacto de las noches, tengo el tacto de los dos... Al final, cómo no, la dedicatoria, para vos, Reina. Parece que Andrés, después de tantos años de conexión musical conmigo, aprendió a conocerme, a escuchar las otras cosas que escucho, y me obligó a decir que te hallé bebiendo linda y fatal... al mirarte yo vi brillar tus ojos, con un eléctrico ardor, tus bellos ojos que tanto adoré... ¡Qué grande ha sido nuestro amor! y, sin embargo, ¡ay!, mirá lo que quedó... Que viva el tango, el champagne, el beso, la noche... Decir que la noche terminó como tenía que terminar y no me encontró aturdido y abrumado por la duda de los celos... solo en la cantina, llorando sin remedio como un loco atormentado por la ingrata que se fue.
Disfruté como nunca antes, apretando los dedos, agarrándome, dándole mi vida a ese parabalanchas, recordando la banda sonora en aquel bus a Otavalo, en aquella película de Inés Braun. Aunque al Azteca sólo lo vi desde el avión, me quedé duro, me aplastó ver al gigante... pero ya estaba duro mucho antes. No creo que te tengo que demostrar nada, ni tú a mí, sólo comernos los caramelos con forma de corazones... dicen que hay algo que tener y no muchos tenemos. ¿Entonces? ¿Qué espramos? Al menos pude agredecer que entre tanto rigor y habiendo perdido tanto, no perdí mi amor al canto ni mi voz como cantor... más bien la mejoré aunque a la gente le guste menos. Buen momento para demostrarlo saltando con la gente que revivió al escuhar una que sí habían escuchado... Canté todo lo que pude aunque me dejaste la ceniza y te llevaste el cenicero, aunque no me gusta esperar, pero igual te espero. En este punto no sé si estoy despierto o tengo los ojos abiertos, la cosa es que, dando la vuelta por su propia historia, el Comandante me hizo comprender que al viento las campanas dirán que ya eres mía y locas las fontanas se contarán su amor, y que yo te tengo que hacer comprender que everything's gonna be all right... no, woman, no cry... Pese a todo el optimismo, la excitación y la certeza de que sería un after-party diferente, me dije que, al final, voy a salir a caminar solito, sentarme en un parque a fumar un porrito -aunque sé que eso no lo haría-. Tuve que reprimir el institnto asesino delante del mimo, del clown, estoy tan violento, tan radical, pero tengo aprendido el papel principal. Y sí, me di cuenta que el tiempo es muy poco... Entonces me puse a pensar en ellos, otro mix, ojalá los ensucie el olvido. Se dan cuenta, pero prefieren reír que llorar. A lo mejor resulta mejor así...
Me pregunto ¿habrá alguien saltado antes que yo cuando las guitarras hicieron esa introducción acústica, como en la entrevista que bajé, esa en la que Andrés decía que vendría para acá, allá por marzo o abril... Las guitarra, decía, que reconocí y grité y la gente me veía como si estuviera loco? Cortísima introducción, dos acordes y yo ya estaba en el cielo... luego la batería inconfundible y empecé como un desalmado a recordar que te vi quemando el pasaporte con rabia... Te lo digo a ti, sí, a ti, que hace un año parecía el cielo porque estabas conmigo, todvía soy tu amigo pero te deseo el bien, o lo que quieras... Puedo presumir un poco porque todo lo que toco se rompe... Yo te prometí hacer deporte pero era una mentira para robarte un talvez... el fuera de juego era evidente... Hablo de un corazón loco que se dobla con el viento y se rompe... No sabes cómo me hiciste falta saltando a mi lado en esa canción, en esas canciones, y todo lo demás también, porque tú entiendes como yo entiendo, más allá de lo que haya pasado, lo que pasó después, lo que podría pasar, lo que pasará algún rato... Y todo lo demás también... Esa canción era mi himno cuando entré a estudiar Comunicación. Si hubiera sabido todo lo que venía después, creo que igual lo hubiera hecho, aunque talvez... no sé, podría haber evitado un par de cosillas, aprovechado otro par y evadido el dolor, el amor... Y todo lo demás también... Creo que el tema en cuestión ameritaba un párrafo solito... talvez mi tema favorito de todos los tiempos del gran Andrés.
¿Sentiste alguna vez lo que es tener el corazón roto? ¿sentiste a los asuntos pendientes volver hasta volverte muy loco? Si resulta que sí, sí podrás entender lo que me pasa a mí esta noche, ella no va a volver y la pena me empieza a crecer adentro. La moneda cayó por el lado de la soledad y el dolor... ¿para qué más? Aunque vale acotar que todo lo que termina, termina mal. Bueno, quedemos mejor en que me arde, me arde, es tarde para curarme... El rocanrol todo lo cura, todo lo puede, quien en él cree, será salvo... Pero, en serio, me arde, me duele todo el cuero. Aunque Andrés dijo que estaba habando con la hermana de una chica ecuatoriana, la chica colombiana también era una opción aplicable en mi caso... Era, clarito digo... Las guitarras me hacían gritar y yo cantaba y sacaba un montón de cosas con cada golpe de la batería, con cada movimiento de cabeza, con cada acorde distorsionado y el Comandante nos aseguraba que somos lo más bajo de la alta suciedad. No se puede confiar en nadie más... Estoy cansado de los que vienen de amigos y sólo quieren rellenarme el agujero (por ahora no les debo ni la hora). Estaba que me moría. A esas alturas, con todo lo vivido y lo muy poco bebido, necesitaba un descanso... descanso que vino a manera de tango, el tango que me cantabas cuando eras la profesora de tango ¿te acuerdas?.. Y aunque no quise el regreso, siempre se vuelve al primer amor... Después de eso, una revelación: mientras tenga la música de mi parte, no necesitaré drogas. Podría prescindir hasta del alcohol si escucho los temas precisos, como me pasó ayer mientras chateaba con ella. Lo más raro de todo es que me di cuenta de todo esto mientras te pedía que no me claves tus puñales por la espalda, tan profundo, no me duele no me hace mal. Y ahí llegó el primer final.
Aplausos, gritos, despedidas que sabíamos que no eran definitivas, y los ensordecedores "¡Oé, oé, oé, oé... Andrés, Andrés!" -mientras el Emo gritaba "¡Oé, oé, oé, oé... Flanders, Flanders!" y yo trataba de revivir después de todo lo saltado, chillado, cantado, sudado y todo-. Hasta que volvió el grande con su banda y, totalmente fuera de contexto, dejó a todo el mundo boquiabierto -incluida la familia a mi lado- cuando nos cantó y nos contó que en la vida hay amores que nunca pueden olvidarse. Le seguí la corriente acotando que he besado otras bocas buscando nuevas ansiedades... y otras y otras... Pero Andrés, ahora un hombre feliz, le dio la vuelta a la tortilla y dijo que sólo consiguen hacerme olvidar los tuyos... Y buéh... lo dice él, no yo... Era sólo parte del necesario receso, porque lo que se venía estaba por matarme, sobre todo porque quiero ser el único que te muerda la boca. Rocanrol con un poquito de rumba... Déjame que te cierre esta noche a los ojos, grité, sin saber nada, porque no tengo más intenciones de seguir bebiendo de esta copa que no está tan rota. A veces es bueno confesar lo que se siente, aunque sea en este medio que ninguna de ellas leerá, así que perfectamente puedo decirte que mientras te espero, por ti me muero y no quiero seguir así... Por eso mismo, lo de las confesiones, me atreví a gritarte que entonces, mi cielo, aquel caramelo que tienes, me lo como yo. Pero mi nena, estás tan buena que no me lo creo ni yo... Qué se le va a hacer si estoy con la sangre en la arena y es por ti. Tremenda dosis de rocanrol que me revelaba que el final estaba cerca, pero fue mejor así porque talvez no hubiera aguantado más. Cuando la guitarra empezó con el Do, el Sol, el la menor y lo demás, se me paralizó el corazón, se me erizó la piel, se me salieron las lágrimas... Recordé que, mi vida, fuimos a volar con un solo paracaídas, uno solo va a quedar volando a la deriva... Tantos años ya de aquella carta... Vivir así no es vivir, esperando y esperando, porque vivir es jugar y yo quiero seguir jugando... y lo peor es que no quise pagar la condena que tanto tiempo me costó. Quiero vivir dos veces para poder olvidarte, quiero llevarte conmigo y no voy a ninguna parte. Mis mejillas se mojaban mientras te gritaba que tu amor es mi enfermedad, soy un envase vacío. No podía más, el punto culminante de cualquier concierto, de cualquier artista, en cualquier lugar, en cualquier época de la historia de la humaidad. Y yo aquí, sabiendo que voy a vivir para repetir otra vez este momento... te bajaría del cielo, mujer, la luna hasta tu cama porque es muy poco de amor sólo una vez por semana. Ahhhhhh... debería transcribir toda la letra... Por favor, si el descupado lector no ha escuchado este tema, búsquelo en youtube, más que sea, y deléitese con él... yo ya no puedo más... perdí una de mis vidas justo ahí y valió la pena.
Y así se acabó. Aunque me quedé lleno de ganas de gritarte en la cara que yo no quise lastimarte, solamente te dije que no, de pedirte que no me pidas que no sangre si aún el cuchillo no sacaste de mí, de suplicarte crucificame, que me gané la cruz y los clavos, de contarte de algo así como haber cumplido una condena, algo así como una oportunidad, de callar tus gritos con un pasemos a otro tema, no quiero hablar de eso, la casa está vacía y fría, la ropa en el pasillo me da la razón... ella me abandonó... y mejor no sigo, no me puedo quejar de nada, para nada. Ahora que llegamos al final grito solito, otra vez, que si pudiera mataría por cinco minutos más... aunque me doy cuenta que, tras la caída del telón, empieza otro concierto... Será mejor así...

Comentarios

  1. Alejo, Gatuno,
    Me gustó mucho lo que escribiste. Me emocionó. En algunas partes casi se me salieron algunas lágrimas. Es impresionante cómo sientes la música, como te llegan las letras. Me gustó mucho como las conectas, y me encanta que hayas disfrutado tanto.
    Hoy he estado escuchando las canciones de esos discos de Calamaro que te dije había "encontrado", y me he emociando. Ha sido como flash back, se me vinieron tantos recuerdos encima. ¿Qué será que tiene Calamaro que nos llega tanto? ¿Serán sólo sus letras? Yo creo que hay algo más, que hace que mucha gente conecte con él, con su música y sus letras. Es un poeta. Tiene temas que realmente llegan al alma.
    A veces me perdí en el relato, porque no conozco todas tus historias, pero creo haber entendido muchas de las pistas. Espero que estés bien Gatuno...
    Te escribo otra cosa cuando relea el post. Ahora la cama me llama. Besos!!

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  2. Me ha gustado como has dejado el sitio... se ve más bonito. Linda tu foto con el premio :)
    Miauuuu

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  3. Hoy me dio todo un poco lo mismo en el trabajo y decidí ponerme los auriculares y escuchar música mientras trabajo. Me dije, así trabajo mejor, porque estoy más contenta escuchando música, así que mala suerte si no les gusta. Lo malo es que "no se puede", o no se debe más bien, cantar...
    Estuve toda la tarde escuchando a Andrelo, recordando tu post, y recordando tantas cosas con sus canciones. A mi hermana sobretodo. uf... ha sido parte de mi banda sonora por mucho tiempo Andrelo... Lindo escucharlo.
    Por otro lado, tiene muchas canciones que hablan del dolor, y me da la impresión de que os parecéis mucho en ese sentido. Ambos sentís mucho el dolor, y casi lo disfrutáis (masocas!!!) jeje.... hoy al reescuchar algunas canciones me di cuenta de eso, de cuánto os parecéis...
    Un abrazo señor Gatuno cantor

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  4. Jo... estoy monopolizando los comentarios jejeje
    (ya no comento más ¿vale?)

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  5. Para quienes quieren saber exactamente lo que tocó Andrés esa noche, aquí está la lista de temas del concierto.

    01 - El salmón
    02 - Los chicos
    03 - Tuyo siempre
    04 - Mi gin tonic
    05 - A los ojos
    06 - Carnaval de Brasil
    07 - Todavía una canción de amor
    08 - Chicas
    09 - Minibar
    10 - La espuma de las orillas
    11 - Presentación de la banda + Me gusta ese tajo (Spinetta)
    12 - Elvis está vivo
    13 - ¿Quién asó la manteca?
    14 - Soy tuyo + Contigo (Sabina)
    15 - El día de la mujer mundial + I shot the sheriff (Bob Marley)
    16 - Los aviones + El ratón (Cheo Feliciano)
    17 - Jugar con fuego
    18 - Los mareados (Cobián y Cadícamo)
    19 - Copa rota (no sé de quién, Feliciano, Alci Acosta o alguien así)
    20 - Estadio Azteca
    21 - Te quiero + El día que me quieras (Gardel, Lepera) + No woman no cry (Bob Marley)
    22 - Loco + Golpe de huracán
    23 - Todo lo demás
    24 - Crímenes perfectos
    25 - Me arde
    26 - Alta suciedad
    27 - Volver (Gardel, Lepera) + Flaca
    ---
    28 - Inolvidable (Julio Gutiérrez)
    29 - Sin documentos
    30 - Canal 69
    31 - Paloma

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  6. wowwwww 31 cancionesssss
    Grandeeeee qué biennnnn

    (perdón, dije que no iba a escribir más) Ups...

    besos gatunoooo

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  7. No importa, Gatuna, sigue comentando... Tú eres la única que lee mi blog...

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  8. Entrañable. Los conciertos para vivirlos, cantarlos, gozarlos... así... lo otro no tiene mayor sentido, mejor quedarse en casa mirándolo en DVD o en el Youtube. Y me lo perdí, pero creo que la razón era válida, el saber que el compromiso de la vida en el próximo año es real y que vamos a asumirlo y a vivirlo como que fuera el concierto más largo del mundo... Changos Alejillo, de verdad que me hubiera gustado estar ahí al lado tuyo saltando y cantando tantos entrañables temas... Ni modo, ojala vuelva y que esa vez pasemos a otro tema...

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  9. Bueno Javi, tengamos fe en que vuelva. Ya hemos ido a varios Páez, a un García (más los pocos minutos de la seguna vez, antes que le lleven preso), dos Sabinas (uno con Serrat), Deep Purple, Bryan Adams (con la presencia inolvidable de María Susana Ribadeneira... inolvidable), Def Leppard, Franco De Vita con Air Supply, los Cómplices con La Unión, Alan Parson's Project, Foreginer, Cerati dos veces, Christpher Cross con America, hicimos la obligada travesía para ver a Soda en Guayaquil... vimos hasta a los Aterciopelados con los Crucks (creo podríamos olvidarnos de esa parte del concierto), hemos visto a Contravía, a Tercer Mundo (otra parte olvidable), a Ismael Serrano, a Carlos Arboleda (aunque yo no vi a Karma... madita sea), a Pedro Aznar y hasta a Aute... y Dios sabe qué no más se me estaré olvidando...

    Los conciertos son un forma de vida y espero que los sigamos compartiendo, que sigan viniendo esos músicos que nos hacen emocionar y que empiecen a venir los que aún parecen tan lejanos. Por supuesto, que vuleva Andrés para qu de una me dé la estocada final y me clave la lanza en la panza...

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  10. Ah... me olvidaba de ese súper concierto de las voces del rock, con los integrantes de Starship, Toto, Loverboy, Survivor y ni sé quién más... Y el concierto entero de Starship también...

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  11. Aquí les pongo el link a la excelente crónica del concierto que hace el compatriota Paúl Urquiza para camisetasparatodos:

    http://www.camisetasparatodos.com/web/fichas/quito08.htm

    Se nota que disfrutó del concierto tanto como yo... Además ahí pueden ver fotos de Andrés sobre el escenario en el Rumiñahui. Que lo disfruten.

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  12. Ahora les copio lo que dijo el mismísimo Andrés en su web después del concierto:

    Bien Quito !! Gracias tambien a los que viajaron para vernos !! ... Por lo visto estamos benditos con incondicionales, acepto como cosa natural que existan gentes, entre el resto del publico, que no sepan todos les temas de memoria, acepto con gratitud y sorpresa encontrar fieles, tan generoso publico de calidad, en paises donde antes nunca habiamos venido a cantar ... Quito fue un concierto especial ... creo que arrancamos mas atenuados, jugando con las melodias sin abusar del rango, con el paso del recital las melodias fueron encontrando lugares insospechados, arriba y abajo, con potencia y con actitud, la banda, que decir, como un tanque groove ...
    Es mi responsabilidad dejar a la gente conforme, despues de todo pagaron entradas bastante caras, y cantar bien ... mejor que antes ... sacar pecho y ponerle el moño a otro recital muy bueno ! ... nos divertimos tocando para ustedes, nos regalaron tormentas de aplausos, vi la gratitud en sus ojos y eso es muy proximo a la glory alleluyah, fueron un publico irreprochable, y nosotros tocamos inspirados, inventando, disfrutandolo ... Hicimos un recital muy bueno ... Que es de todos ... y esta flotando en el viento ... hasta que you tube capture algun instante.
    Bueno, si, termine cantando satanico ... nobleza obliga.

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  13. Wow... por casualidad llegué a tu blog. Y después de leer tu reseña creo que en verdad pocos lo deben haber disfrutado así como nosotros.

    Salud por los salmones.

    Paúl Urquiza

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¿Que por qué me gustan las mujeres con lentes? Pues no lo sé... sólo sé que, aunque una chica me parezca guapísima, me parecerá más guapa aun si la veo con lentes. Depende también del tipo de lentes -porque hay unos que no tienen nada que ver con nada- y del tipo de mujer -porque a algunitas ni los lentes más perfectos les salvan-; en resumen, las mujeres con lentes atrapan mi mirada, y suele pasar que no las puedo dejar de mirar. Después del caso de la parada de bus aquella vez, me sentí inmortal, bien y mal. Cuando vuelvo a verla con lentes pierdo y gano algo, pero me quedo igual, sin un “que te vaya bien” ni un beso ni nada, y seguimos nuestro camino como lo que somos, como dos extraños, aunque yo pueda dibujar su cara de memoria en la oscuridad, siempre con lentes... Yo la prefiero con lentes. Ella me prefiere lejos.

¿El mejor deportista de todos los tiempos?

¿Quién es el más grande de todos los tiempos? Por primera vez en la historia de la humanidad, una persona se portará objetiva para una elección tan importante como esta. Y esa persona seré yo. Esto no es cuestión de favoritos, es cuestión de datos reales. Si fuera por favoritos, en el podio estarían tipos como el Diego, Jean Alesí y Goran Ivanišević o Schumacher, Lou Bizarro y Ben Johnson o el Macho Man, Platiní y Rolando Vera. Tampoco será una elección basada en los conceptos típicos de deportividad o algo así, como lo que decía esa frase con la que empezaba un programa de hace años en la Nueva Emisora Central: “Deportista es aquel que no solamente ha vigorizado sus músculos y desarrollado su resistencia por el ejercicio de algún gran deporte, sino que, en la práctica de ese ejercicio, ha aprendido a reprimir la cólera, a ser tolerante con su compañero, a no aprovecharse de una vil ventaja, a sentir profundamente como una deshonra la mera sospecha de una trampa y a llevar con alt

Vos sos Dios... vos sos lo más

No importa cómo, no importa cuándo... Charly García es Charly García y sólo él es Charly García. Así esté vestido impecablemente, con los ojos pintados, revolcándose ebrio, lanzándose desde el noveno piso a la piscina, destrozando los amplificadores, demoliendo hoteles, casi inmóvil frente al piano, pateando fans o recibiendo un Grammy, tiene tanto para dar con esa genialidad que le desborda, que me obliga a preguntarme hasta dónde podrá llegar... hasta dónde la podra aguantar el mismo García. Fui a su concierto el sábado (21 de noviembre de 2009, en el coliseo General Rumñahui de Quito). Es la tercera vez que lo veo ahí, en el escenario, repitiéndome las cosas que me ha dicho toda la vida desde sus discos. Es algo que había dado por perdido... No esperaba volver a verlo, al menos no aquí. Pensaba que talvez en algún hipotético -y poco probable- viaje a la Argentina podría verlo tocar otra vez en algún bar, en alguna disco, en una plaza... en cualquier lado... Ahora, con la emoción cer